Junto al piano de cola y su eterno candelabro, gracias a su talento y excentricidades, se convirtió en uno de los mayores referentes de la cultura Kitsch.

Utilizando su apellido que lo llevó a la fama, Władziu Valentino Liberace, nació el 16 de mayo de 1919 en West Allis, Wisconsin.

Hijo de inmigrantes con una madre polaca y padre italiano, comenzó a tomar lecciones de piano a los cuatro años, donde mostró su gran talento, no por nada ya a los siete interpretaba piezas de gran dificultad, consignó Infobae.

La crisis de 1929 generó enormes problemas económicos en su familia, es por esto que empezó a tocar en radios, teatros, cines y (con el pasar de los años) en locales de striptease.

Estos lugares fueron el pilar fundamental para su creación. Se trasladó a Hollywood, donde se convirtió en una estrella en Las Vegas, llegando a cobrar más de 50.000 dólares por semana (cerca de 35 millones de pesos de la actualidad), reveló la prensa internacional.

En aquella época de escasez, Władziu cerró un concierto clásico con cuatro versiones del tradicional tema infantil Three Little Fishies, siendo aceptado por el público masivo, ya que para él era como “interpretar música clásica eliminando las partes aburridas”, indicó el citado medio.

Su eterna lucha con los medios

Si bien contaba con el apoyo de la gente, su gran enemigo fueron las críticas de expertos. Eso quedó más que claro cuando llenó el mítico Madison Square Garden en 1954, donde obtuvo 138.000 dólares.

La devastadoras opiniones no desalentaron al músico, así lo recordaría en el documental El mundo de Liberace de Tony Palmer: “Cuando leo una mala crítica, me voy llorando todo el camino… hacia el banco en el que guardo mi dinero”.

Esta frase se convirtió en una tradición para reflejar su postura, ya que durante sus shows, detalló El País, comentaba: “¿Se acuerdan de ese banco al que iba llorando por haber recibido una mala crítica? ¡Lo compré!”.

Convertido en una de las máximas atracciones en Las Vegas, en donde se había presentado por primera vez a los 40 años, abrió su propio museo.

Dicho recinto tenía columnas exportadas desde Grecia, escaleras originales de un cabaret parisino, un salón de espejos que era la antesala del cuarto principal que tenía nada menos que una réplica de una parte del mural de la Capilla Sixtina, que fue realizado por un descendiente de Miguel Ángel.

Viviendo su mejor momento, con venta de mercancía y participación de programas de televisión como Los Muppets, Kojak y Batman de Adam West, lo llevó a tener grandes sacrificios personales.

AFP
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El silencio de su sexualidad

Los medios de comunicación de la época se obsesionaron por conocer más de su vida, especialmente sobre los rumores que afirmaban que era gay.

Su jefe de prensa tenía que enviar constantemente a los medios comunicados en los que aclaraba que el músico era un caballero con las damas y que, si estaba soltero, era porque no había encontrado la mujer indicada.

En 1959, el diario inglés Daily Mirror publicó un artículo en donde detallaba que el pianista era homosexual, lo cual desató una gran polémica, ya que en esa época el sexo gay era ilegal en Gran Bretaña.

Esto generó que el artista demandara al medio, que tuvo que pagar 8.000 libras, el cual hasta la actualidad, es el mayor acuerdo por calumnias de la historia británica.

Daily Mail
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Un amor incestuoso

En 1976, después de un show en Las Vegas, Liberace quedó fascinado con la belleza de un joven de 16 años que se acercó a saludarlo a su camarín.

Scott Thorson tuvo una infancia difícil, pasando toda su vida en orfanatos, se ganaba el sustento como ayudante de un veterinario, siendo este el vínculo que lo unió con Władziu, ya que lo contrató para que cuidara a sus 27 perros.

La relación entre ambos creció rápidamente, por ende no fue extraño que el adolescente se instalara en la mansión del pianista, quien lo consideraría como su propio hijo.

Era su hijo y su amante. Era algo muy raro. Solo lo hacía por agradar a Liberace. Un día me dijo ‘tienes el trabajo más importante de toda mi empresa: hacerme feliz y agradarme’”, señaló Thorson en una entrevista al periodista Larry King, en donde afirmó que no era homosexual.

Además, reveló que “me salvó de un padre maltratador y una madre mentalmente enferma. Hice todo lo posible por agradarle a ese hombre. Siempre hubo una relación de amor-odio, pero en esa época me sentía honrado de estar junto a él”.

Captura | OWN
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Pero una de las declaraciones más llamativas en aquel programa, fue cuando confesó que lo convenció que se hiciera varias cirugías estéticas para que pareciera a él. “Su peluquero le presentó a un cirujano plástico llamado Jack Startz. Quedamos con él en la mansión de Las Vegas y, cuando Lee (por Liberace) lo vio, le dijo ‘Acompáñame’, y lo encaminó a su cuarto. Ahí había un cuadro de él en el que tendría unos 30 años. Se lo señaló y le explicó: ‘Quiero que hagas que Scott se vea como yo cuando era joven’”, dijo.

Tras varias intervenciones, el médico le recetó un plan para adelgazar que combinaba algunos remedios como cocaína farmacéutica, anfetaminas, Demerol, entre otros, de los que posteriormente se volvió dependiente, llevándolo a la ruina.

Por las adicciones, la relación entre Liberance y Thorson se quebró, generando que el primero comenzara a frecuentar a otros hombres, despidiendo a su hijo adoptivo.

Como una manera desesperada para conseguir dinero, el joven ventiló la historia sentimental del artista y lo demandó por una pensión de alimentos de US$13 millones. Finalmente y tras una batalla legal de cuatro años, se llegó a un acuerdo extrajudicial por 75 mil dólares, tres autos y algunos de sus queridos caniches (poodle).

El fin de una era

Hasta el último día de su vida, la lucha con los medios de comunicación estuvo presente, así se reflejó cuando Liberance apareció en el programa de Oprah Winfrey en 1986 para lavar su imagen tras los dichos de Thorson.

Su demacrada figura alentó los rumores de que el pianista tenía sida, lo cual fue negado por su representante, recordó Revista Vanity Fair.

Lamentablemente el 4 de febrero de 1987, en su casa de Palm Beach, la vida del músico se apagó. Aunque en primera instancia su médico personal sostuvo que el deceso era por una neumonía, la presión de la prensa llevó a que las autoridades realizaran una autopsia que confirmó que la muerte se debió a complicaciones relacionadas con el VIH.

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