Para algunos es un excéntrico, otros lo consideran un benefactor. Una vida de extremos es la que ha llevado el financista franco-suizo Nicolas Berggruen, quien fue denominado como un ‘multimillonario homeless’.

Con una fortuna avaluada en 1.700 millones de dólares, luego de sentirse “poseído por sus posesiones”, en 2000 se desprendió de casi todas sus propiedades.

A punto de cumplir 40 años, renunció a su lujoso departamento en Manhattan, una mansión en una isla privada en Miami, autos y joyas.

Tengo muy pocas posesiones: caben en una bolsa de papel”, detalló el hombre que en dicho recipiente guarda un Iphone, libros, algunas camisas blancas, dos trajes y un par de jeans.

Teniendo lo necesario para recorrer tranquilamente las 80 ciudades que visita por año, solo mantuvo su jet Gulfstream IV, el cual consideró muy ‘práctico’ para dejar.

Con sus viajes por el mundo, entre hoteles cinco estrellas, pese a tener acciones en variadas cadenas de residencia, su austeridad sorprendió en un mundo lleno de comodidades.

Una rebelde infancia

En su adolescencia, Berggruen fue expulsado del internado suizo Le Rosey, denominado como uno de los más elitistas del mundo, todo por negarse a hablar en inglés (el cual consideraba que era imperialista).

“Sentía que el mundo era muy injusto, lo sigo pensando. Todo el mundo merece una oportunidad”, mencionó en una entrevista con Vanity Fair España.

Su padre a los 14 años lo envió a un monasterio al cuidado de los jesuitas en Cadaqués para que ‘enmendara’ su rumbo, lo cual finalmente no sirvió de mucho.

En aquel lugar conoció a Salvador y Gala Dalí: “Me daban de beber champán rosado y me presentaban a sus fascinantes invitados como si yo fuera un adulto”.

Finalmente concluyó sus estudios secundarios en París, para luego mudarse a Manhattan y así estudiar Arte y Ciencias en la Universidad de Nueva York.

Un gran olfato para los negocios

Su padre le entregó un préstamo de 250 mil dólares, dinero que ocupó para probar suerte en acciones y bonos. Compró propiedades en Manhattan en la década de los 80 en un mercado que pasaba malos momentos, pese a esto perseveró.

En 1984 creó Berggruen Holdings, un fondo que hace inversiones en cientos de empresas entre las que se encuentran Burger King y los almacenes alemanes Karstadt.

Aunque su fortuna crecía exponencialmente, Nicolas se sentía atado de sus posesiones, fue ahí donde comenzó a crecer la idea de desprenderse de las cosas materiales. “No me interesa tener cosas (dijo por entonces). Vivir en un gran entorno para demostrarme a mí mismo y a los demás que soy rico no tiene ningún interés para mí. Todo lo que tengo es temporal, porque estamos aquí por un tiempo corto. Es lo que hacemos lo que perdurará. Eso es lo que tiene valor real”, confesó.

Como desafiando al mercado, el multimillonario se destaca por su predilección por las empresas en caída, es así como salvó al grupo de medios español Prisa, dueño del diario El País.

Su actuar comenzó a generar detractores, tal como sucedió cuando compró los almacenes Karstadt, luego que cayeran en desgracia en 2014. Ahí varios medios cuestionaron al empresario señalando que “se complace en el papel de salvador del mundo, pero no tiene ningún plan para salvar a sus trabajadores”, recuerda Infobae.

Su relación con otros multimillonarios ha llevado a formar parte de la iniciativa Giving Pledges (con Bill Gates, Warren Buffet, Ted Turner y otros), con el objetivo de regresarle a la sociedad parte de su fortuna..

Con esta mentalidad, hace cinco años, el empresario decidió dejar de lado los hoteles para asentarse en California para vivir con sus dos hijos, Olympia y Alexander, que obtuvo por subrogación de vientre. “No hay mayor gesto de compromiso con el futuro que el de ser padre”, dijo entonces Berggruen a Vanity Fair.

Actualmente compró 162 hectáreas en las montañas de Monteverdi, donde creó un ‘monasterio civil’ para su centro de investigación. Además, adquirió una mansión en Holmby Hills avaluada en 63 millones de dólares.

“La paternidad te da una nueva perspectiva. Antes yo era lo más importante, ahora lo son mis hijos”, comentó Nicolas Berggruen, quien está a punto de cumplir 60 años.