Una fuerte crisis económica producto de la pandemia de COVID-19 ha azotado al mundo, sobretodo a aquellos que se dedican a las artes, música y el espectáculo.

Tal es el caso de la bordadora Chloe Savage de 43 años, quien colaboró en la creación de los vestidos de novia de Kate Middleton y Meghan Markle, quien prácticamente está en la ruina tras la cancelación de los vínculos de este año producto de los contagios.

Según informó la revista People, la profesional comenzó a ver a principios de 2020 como muchos de sus contratos internacionales empezaron a desaparecer. “Nuestro trabajo se ha detenido, es literalmente nulo”, dijo.

Chloe estudió en la prestigiosa École Lesage de París, y se ha destacado en importantes trabajo como hacer todo el encaje del vestido y de los zapatos del vestido de Alexander McQueen de Kate Middleton para su boda en 2011. “Kate vino varias veces y era encantadora; estaba emocionada con el vestido, nerviosa por el día, preguntando por lo que estábamos haciendo… todo ese tipo de cosas”, recordó.

No hay para comer

La situación de Savage sería de tal magnitud que no tendría dinero suficiente para alimentar a su familia, debiendo su hija de 14 años saltarse las comidas “para ahorrar en el presupuesto de alimentación”.

A su vez, la profesional indicó que esto ha llegado más allá, llegando a que el estrés la afecta de tal forma que se autolesione. “Ahora va a los Servicios de Salud Mental Infantil (CAMHS) para obtener apoyo”, explicó.

Todo ello, se suma a que apenas obtiene cerca de 337 dólares mensuales para sobrevivir, lo que reúne gracias a pequeños trabajos, y pese a que solicitado ayuda económica, esta ha sido denegada por parte de las autoridades.

De hecho, pronto deberá abandonar su vivienda en Warmley Village, en las afueras de Bristol (Inglaterra), puesto que no tiene para terminar de pagarla.