La muerte es de lo único que tenemos certeza desde que nacemos. Todos sabemos que en algún momento nos llegará la hora de partir y eso corre para todos los seres humanos que pisan la tierra.

Y evidentemente los miembros de la realeza no son la excepción, claro que algunos les tocó prematuramente y/o de manera bastante trágica, por lo que sus decesos cobran relevancia mundial y así ha quedado demostrado en la historia.

Algunas de estas muertes que han afectado a las familias reales europeas siguen siendo muy difíciles de olvidar. Tal como ocurrió con Diana de Gales, quien murió en un accidente automovilístico en París, el 31 de agosto de 1997 escapando del acoso mediático.

Pero esta no es -en lo absoluto- la única muerte trágica de un miembro de una familia real, pues existen casos de suicidio, accidentes y hasta la mordida de un mono, según consignó la revista española Vanitatis de El Confidencial.

Familia real española

En España, hace 13 años, se conoció el fallecimiento de Érika Ortiz, la hermana de la reina Letizia, quien se quitó la vida. 50 años antes, el hermano del rey Juan Carlos -Alfonso- también murió pero producto de un confuso accidente. Ambos hermanos estaban jugando con un rifle y a este último se le disparó.

En este contexto, en España siempre ha existido el rumor de que era el Rey quien empuñaba el arma al momento del accidente.

Pero estas no son las únicas muertes que han afectado a la familia Borbón, pues el primo hermano del rey Juan Carlos, Alfonso de Borbón, murió esquiando en Colorado, luego que un cable se enredara en su cuello. Cinco años antes, Alfonso perdió a su hijo mayor -Francisco- a la edad de 11 años, producto de un accidente en auto donde él viajaba con sus dos hijos.

Familia real holandesa

Aunque menos mediática, la familia holandesa también ha enfrentado trágicas muertes. El príncipe Friso, hermano del rey Guillermo, fue afectado por un alud en 2012, el que lo dejó en coma, falleciendo un año y medio después.

Inés Zorreguieta, hermana de Máxima, se quitó la vida en 2018.

Inés tenía un largo historial de desequilibrios mentales y, tras su fallecimiento, Máxima comentó ante los medios: “Mi querida y talentosa hermana pequeña, Inés, estaba enferma. No podía encontrar alegría y no pudo curarse. Nuestro único consuelo es que ahora, finalmente, ha encontrado la paz”, dijo.

Familia real británica

Aunque la muerte de Diana de Gales ha sido el caso más mediático respecto a la familia real británica, también existen otras pérdidas que han enlutado a Buckingham.

El duque de Edimburgo perdió a su hermana Cecilia, su cuñado y sus dos sobrinos, producto de un fatal accidente en avioneta cuando él tenía apenas 16 años.

La muerte de Jorge V, abuelo de la reina Isabel, no fue trágica pero sí extraña dado el contexto. En enero de 1936 sus médicos comunicaron a la opinión pública su inminente muerte: “La vida del rey se mueve pacíficamente hacia su fin”. Horas después, a las 23:55 del 20 de enero, falleció.

Claro que lo que no se supo -hasta varias décadas después- es que el propio médico aceleró su fallecimiento con una dosis letal de cocaína y heroína. Su explicación fue que actuó para “preservar la dignidad del rey, para evitar más tensión en la familia y para que la muerte, que sucedió a las 23:55, pudiera ser anunciada en la edición matutina del periódico The Times, en lugar de las ‘menos apropiadas’ publicaciones vespertinas”.

Familia real griega

La muerte del rey Alejandro de Grecia, tío de la reina Sofía, cambió rotundamente el futuro de la familia real griega. En 1920, Alejandro -quien estaba al poder producto de conflictos entre su padre Constantino I con el gobierno- paseaba por los jardines de Tatoi cuando fue mordido por un mono.

Si bien sus heridas -en brazo y abdomen- se limpiaron, no se cauterizaron por lo que en poco tiempo enfrentó una infección generalizada lo que terminó en una sepsis. Cuando los médicos se dieron cuenta también habrían actuado negligentemente, pues se dice que nadie se atrevió a amputarle una pierna para evitar que la infección avanzara.

Tras su muerte, debió asumir el trono su hermano Jorge y luego Pablo, padre de la reina Sofía.

Familia real de Mónaco

Lejos el fallecimiento más mediático de la familia de Mónaco es el de la princesa Grace Kelly. La actriz ganadora de un Oscar murió en un accidente de auto mientras iba con su hija Estefanía. Su muerte también estuvo marcada por el rumor de que al momento del accidente era Estefanía quien conducía, lo que ella desmintió varios años después.

Ocho años después, su hermana Carolina de Mónaco perdía a su esposo y padre de sus tres hijos mayores, Stepano Casiraghi. Su embarcación se volcó mientras participaba en un campeonato aeronáutico.

Familia real de Bélgica

Sin haber cumplido los 30 años, en 1935 falleció la princesa Astrid, esposa del príncipe Leopoldo y la madre de los monarcas belgas Balduino y Alberto de Josefina Carlota.

Tal como Diana, la princesa Astrid era muy admirada por el pueblo por sus políticas sociales y su belleza. Su muerte conmocionó a toda Europa, pues tenía lazos familiares con casas reales de Suecia y Dinamarca, entre otras.

La princesa murió en un accidente automovilístico cuando su esposo -que conducía el vehículo- tuvo un descuido y chocó contra un árbol. Y aunque intentó salir no lo logró y el auto explotó.

Familia real iraní

En 2001, la hija del último sha y Farah Diba, aparecía muerta en un hotel de Londres, por una sobredosis de somníferos y cocaína. Una década después, su hermano Ali Reza Pahlevi, se mató tras años de luchar contra la depresión.

Unos meses después nació su hija, anuncio que realizó su hermano y actual jefe de la casa real iraní, Reza Ciro.

Familia real sueca y jordana

La familia real sueca estuvo marcada por una gran tragedia. El príncipe Gustavo Adolfo, padre del rey Carlos Gustavo, fallecía en un accidente de avión en enero de 1947, luego que la nave explotara. Tras su muerte, Carlos Gustavo se convirtió en heredero con apenas cuatro años, ya que era el único varón que tuvo el príncipe Gustavo Adolfo y la princesa Sybilla.

En el caso de Jordania, Alia, la tercera esposa del rey Hussein y madre de la princesa Haya, murió cuando se estrelló el helicóptero en el que viajaba, en febrero de 1977. Seis años después se construyó el Aeropuerto Internacional Reina Alia en su honor, a 32 kilómetros de la capital jordana, convirtiéndose así en la mayor entrada a la ciudad y mantiene vigente su recuerdo de una manera simbólica.