La actriz estadounidense Lori Loughlin, condenada en agosto a dos meses de prisión por haber pagado sobornos para que sus hijas ingresaran a una universidad prestigiosa, acudió este viernes a una cárcel californiana para cumplir su pena, según medios locales.

La actriz de 56 años, conocida por su papel de la tía Becky en la serie televisiva Full House (Tres por tres) de los años 80 y 90, llegó por la mañana a la cárcel federal para mujeres de Dublin, cerca de San Francisco.

La misma prisión acogió en octubre a la actriz Felicity Huffman (Desperate Housewives), condenada a dos semanas de cárcel por el mismo escándalo de sobornos en el que participaron varios padres ricos.

Loughlin afirmó haber aprendido de la “terrible decisión” que la llevó, junto con su marido, a pagar 500.000 dólares a un intermediario para que sus dos hijas fueran aceptadas en la Universidad del Sur de California (USC).

La actriz y su esposo, el estilista Mossimo Giannulli, acordaron con el cerebro de la operación, William Singer, que sus hijas fueran presentadas como buenos fichajes para el equipo de remo de la universidad, aunque ninguna de ellas practicara ese deporte.

Cárcel, multa y trabajo comunitario

Además de su pena de cárcel, la actriz deberá pagar una multa de 150.000 dólares, permanecer dos años en libertad condicional y efectuar 100 horas de trabajo comunitario.

Giannulli, de 57 años, al que los investigadores consideran como “el más activo” en el caso, fue condenado a cinco meses de prisión y a pagar 250.000 dólares de multa.

La pareja se declaró culpable en mayo del delito de transferencia bancaria fraudulenta a cambio del abandono de otros cargos y una condena más benevolente.

William Singer recibió 25 millones de dólares de padres adinerados que querían asegurarse de que sus hijos fueran admitidos en universidades prestigiosas como Yale, Georgetown o Stanford.

Entre las 55 personas inculpadas en el caso, más de 40 se declararon culpables, incluido Singer.