Hace algunos días el Gobierno de Canadá publicó un nuevo retrato de la reina Isabel II, el cual fue capturado por el fotógrafo Chris Jackson.
Se trata de una sesión fotográfica realizada en marzo de 2019, en la que la monarca aparece luciendo una imponente y lujosa tiara de zafiros.
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Esta, junto a las otras joyas que usó para la sesión fotográfica, son parte del tesoro de la Familia Real británica. Y esta especial tiara guarda una “escandalosa” historia.
La tiara y un escándalo amoroso
Según informó la revista Vanity Fair, la joya no fue originalmente una tiara sino que un collar, el cual fue un obsequio para la princesa Luisa María de Bélgica por parte de su padre, Leopoldo II.
Los problemas llegaron en 1897, cuando Luisa María abandonó a su marido Felipe de Sajonia-Coburgo-Kohary para fugarse con su amante, lo que no solo generó un escándalo sino que también provocó que su padre la desheredara.
Y la vida con su amante no fue un cuento de hadas, de hecho se involucró en un caso de delito de falsificación que la dejó en la ruina. Por este motivo, tuvo que vender joyas que heredó de su madre para enfrentar la crisis, entre ellas, la gargantilla de zafiros.
Aquí ya podemos sospechar quién fue el comprador de esta imponente joya, o más bien cuál institución poderosa de la época: la Familia Real británica.
En esta línea, fueron los royals británicos quienes transformaron la gargantilla en la tiara que usó la reina Isabel en la foto y en otras importantes ocasiones en el pasado.
Una de ellas fue la cena que organizó en mayo de 1991 el presidente George Bush y la primera dama Bárbara Bush en la Casa Blanca, en honor a la Reina y a su esposo, el príncipe Felipe.
Otra ocasión fue durante una actividad en la residencia del embajador francés en Londres, en el marco de la visita del entonces presidente Jacques Chirac al Reino Unido.
Por último, según el mencionado medio, fue el padre de la reina Isabel, Jorge VI, quien le regaló el resto de las joyas que luce en el retrato. Este fue un obsequio de bodas y contempla un collar, pendientes y una pulsera, todas de zafiros para que combinaran con su tiara.
