Hace unos días la modelo, Emily Ratajkowski, denunció haber sido abusada sexualemente por un fotógrafo durante una sesión no remunerada en mayo de 2012.

A través de un ensayo escrito en primera persona para la sección The Cut, de New York Magazine, la ‘influencer’ relató el ataque sexual que sufrió por Jonathan Leder, quien se ha encargado de negar las acusaciones y cuestionar a Ratajkowski.

En la publicación, que tituló “Comprarme de nuevo: ¿Cuándo una modelo posee su propia imagen?“, la joven de 29 años, parte contando los conflictos que ha debido enfrentar al tratar de ser dueña de sus derechos de imagen, tras los cientos de fotografías que le han tomando en espacios públicos.

Es ahí cuando revela que su agente la mandó a Catskills, Estados Unidos, para realizar una sesión de fotos con Jonathan Leder para la revista Darius. Un trabajo que no tendría pago.

“Haríamos la sesión en Woodstock para una revista artística de la que nunca había oído hablar y pasaría la noche en su casa. Esto era algo que la industria llama ‘editorial no remunerado‘, lo que significa que se imprimiría en la revista y la ‘exposición‘ sería mi recompensa“, detalló Ratajkowski.

Una sesión donde la modelo posó en lencería y posteriormente desnuda. Si bien relató que en todo momento estuvo la maquilladora presente, tras un rato se retiró a su habitación.


Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por Emily Ratajkowski (@emrata) el


En el momento en que dejé caer mi ropa, una parte de mí se disoció“, escribió Emily, quien indicó que tras una pausa, ella y Leder, se sentaron en un sofá y él la tapó con una manta.

“Tenía frío, tiritaba y estaba acurrucada debajo de una manta. Jonathan y yo estábamos en su sofá, y sentía la textura áspera de sus jeans en mis piernas desnudas”, contó.

Si bien no recuerda haberlo besado, Emily señaló que “sí recuerdo que sus dedos de repente estaban dentro de mí“. Fue ahí, cuando decidió actuar y tomarlo de la muñeca, hasta que Jonathan Leder retiró su mano de sus partes íntimas.

Realmente dolía mucho. Llevé mi mano instintivamente a su muñeca y saqué sus dedos de mí con fuerza. No dije una palabra. Se puso de pie abruptamente y se escabulló silenciosamente hacia la oscuridad por las escaleras”, describió Ratajkowski, quien tras el ataque se fue a su cama y a la mañana siguiente tomó un tren hasta su hogar.