Quizás lo más significativo que le pudo otorgar la reina Isabel II a su nieta, la princesa Beatriz de York, en su matrimonio, fue usar la tiara que ella llevó en su boda.
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La hija de Andrés, segundo hijo de la reina Isabel II, y de Sarah Ferguson, padres que actualmente están divorciados, contrajo matrimonio en secreto el pasado viernes 17 de julio en la capilla All Saints en Windsor, Great Park, con el empresario italiano Edoard Mapelli Mozzi, donde lució la preciada joya.
Es que la tiara cumplía con los requisitos tradicionales de las bodas, ser algo antiguo y prestado, puesto que ha pasado por generaciones en la familia real británica. Un accesorio lujoso que en algún momento fue un collar, y que desde hace 101 años es una corona.
La ‘The Queen Mary Diamond Fringe Tiara’, está compuesta de un collar de diamantes de Garrard and Co que heredó la reina Isabel II de su abuela, la reina Mary, quien la recibió como un obsequio de la reina Victoria en el día de su boda.
Sin embargo, dicho collar no fue convertido a tiara hasta 1919, cuando la reina Mary solicitó a los joyeros de la casa real pertenecientes a dicha firma que la transformaran, para dársela como regalo a su nieta para su matrimonio con el príncipe Felipe.
La historia de la tiara y la monarca
El año 1947, la actual monarca del Reino Unido contrajo matrimonio con esta joya, no sin antes pasar un buen susto con ella.
Lo anterior, ya que la corona se rompió horas antes de ser utilizada por la reina Isabel II, debiendo ser reparada de manera urgente para que la futura esposa del príncipe Felipe pudiera usarla en su boda.
“Decidida a usar esta tiara en su día especial, la joya fue llevada de inmediato por una escolta policial al taller de Garrard, donde fue reparada a toda prisa y regresó justo a tiempo para la ceremonia”, asegura la Casa de Garrard en su sitio web.
De hecho, en las fotografías del enlace se puede observar la reparación que hicieron, ya que al centro de la tiara se percibe cierta inclinación del diamante central.
Tras el incidente, solo volvió a ser utilizada en 1973 por la princesa Ana, luego que esta contrajera matrimonio con Mark Philips, donde no ocurrió ningún problema, para luego ser usada 47 años después por la princesa Beatriz.
