Si hablamos de la realeza británica, ¿te suena el nombre John Charles Francis? Probablemente no, y por una lamentable razón.

John fue un príncipe y el menor de los hijos de los reyes Jorge V y María de Teck, los abuelos de la actual reina Isabel II.

Según detalló el portal español Vanitatis, John es conocido como el “príncipe perdido” y falleció a muy temprana edad, cuando apenas tenía 13 años.

Pero, ¿por qué lo catalogan como el “príncipe perdido”? ¿Por qué murió tan joven? ¿Por qué no existen tantas fotografías de él?

Una vida recluido

Cuando tenía cuatro años, Jorge V y María de Teck descubrieron que el pequeño sufría ataques de epilepsia.

Además, los doctores de la época también lo diagnosticaron con un trastorno mental, el que actualmente podría estar vinculado al espectro autista.

John, el "príncipe perdido" que la realeza británica alejó de la vida pública por tener epilepsia
Wikipedia (CC)

Lo anterior ocurrió en 1909, un año antes que Jorge V asumiera el trono tras la muerte de su padre, Eduardo VII. En su coronación, llevada a cabo el 22 de junio de 1911, John no asistió a la ceremonia, pero sus otros cinco hermanos sí.

De acuerdo a la revista Vanity Fair, los reyes no querían que el pequeño sufriera uno de sus ataques de epilepsia en público y que su salud fuera tema de conversación.

Recordemos que la epilepsia y los trastornos mentales antiguamente eran mal vistos por la sociedad y se catalogaban como signos de debilidad.

Es así como el príncipe John pasó gran parte de su vida recluido. Los reyes lo alejaron completamente de la sociedad y desde 1913 no existen más fotografías de él. Nunca más posó en los retratos familiares ni participó de eventos.

Su muerte

Los ataques de epilepsia comenzaron a agravarse en 1916. Eran mucho más frecuentes, por lo que Jorge V y María de Teck lo enviaron junto a una niñera a Wood Farm, una casa de campo aledaña a la residencia real de Sandringham.

Su vida en aislamiento no era muy feliz. Por este motivo, según consignó Vanitatis, su abuela Alejandra se saltaba el protocolo e invitaba a niños de distintas clases sociales para que jugaran con John.

Lamentablemente, el príncipe no mejoró y falleció en 1919 a causa de un severo ataque de epilepsia. “Ha sido un gran shock, aunque para el alma inquieta del niño, la muerte ha sido un gran alivio”, escribió María de Teck en uno de sus diarios.