No es una sorpresa que el príncipe Harry y Meghan Markle son una de las figuras de la realeza británica más acosadas por la prensa.

El interés mediático ha generado conflictos con el matrimonio y ellos siempre se han mostrado muy reservados sobre su vida privada. De hecho, la privacidad fue una de las razones que los llevaron a mudarse a Frogmore Cottage, en Windsor.

Recordemos que la pareja antes vivía en la residencia Nottingham Cottage, en el Palacio de Kensington, donde también viven el príncipe William y Kate Middleton.

Sin embargo, en su hogar en Windsor también han tenido algunos problemas. Según consignó el portal internacional Quién, los duques de Sussex no tuvieron en cuenta que los terrenos donde se encuentra su casa son abiertos al público tres días al año con el objetivo de recaudar fondos para organizaciones benéficas.

Es en este contexto que en mayo pasado algunos visitantes pudieron acercarse a menos de 10 metros de la puerta de entrada de su hogar y hasta algunos trataron de acercarse a las ventanas pasa sacar fotos del interior.

Pero esto ya no lo podrán hacer los visitantes. Lo anterior, ya que Harry y Meghan mandaron a construir una nueva y tercera valla hecha de madera que bloquea completamente la visión de su jardín.

Por último, de acuerdo a lo informado por el mencionado medio, esta valla está situada detrás de una reja de hierro y de una segunda cerca, lo que deja entrever que el matrimonio y sus hijos están bastante resguardados.