Gran revuelo generó tiempo atrás el anuncio de que el príncipe Harry contraería matrimonio con la actriz norteamericana Meghan Markle, quien llevaba bastantes años trabajando en televisión.
En su momento, un escándalo. Sin embargo, no muchos saben que esta no era la primera vez que un miembro de la realeza decidía casarse con una actriz proveniente de Estados Unidos.
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El 14 de febrero de 2009 Lord Frederick Windsor, hijo del príncipe Michael de Kent (primo de la reina Isabel), se comprometió con Sophie Winkleman, actriz que había desempeñado papeles en diversas películas y series como Two and a half men, donde interpretó a Zoey, la novia inglesa de Walden Schmitd (Ashton Kutcher).
No obstante, a diferencia de Meghan, Sophie no dejó de lado su profesión por contraer nupcias con un miembro de la familia real. Por el contrario, continuó participando por cuatro años en la serie de Chuck Lorre.
Antes de ello, Las Crónicas de Narnia habían marcado su carrera, película en la que tuvo un pequeño rol como la versión adulta de Susan. Posteriormente obtuvo su propia sitcom llamada 100 Preguntas, aunque fue cancelada tras 6 capítulos.
Por su parte, Frederick era conocido por ser uno de los integrantes más rebeldes de la familia real. De hecho, sus fiestas eran legendarias y hasta confesó públicamente haber consumido cocaína durante su estadía en la universidad de Oxford.
Pese a su mala fama, también era un heredero al trono británico (hoy está en el puesto 42), por lo que la Reina debió dar su consentimiento para el enlace.
Su carrera y su nueva familia
Sophie no dejó su carrera a un lado por el enlace, ni tampoco su religión o su apellido. Aunque esto último lo hizo para no relacionar a su nueva familia con su trabajo.
“No he tenido que rechazar nada (roles) por ser demasiado arriesgado, ya que principalmente he desempeñado papeles muy conservadores”, aseguró en una entrevista con The Telegraph, en 2011.
“Pero si surgiera algo, lo discutiría con Freddie y lo sopesaríamos. En parte es por eso que he mantenido mi antiguo apellido, para no tener que implicar a mi nueva familia en nada de lo que respecta al trabajo”, puntualizó.
Adicionalmente, la pareja rechazó una millonaria oferta de una revista para cubrir de forma exclusiva la boda y tampoco quisieron vivir en un lujoso departamento del palacio de Kensington.
Ambos se mudaron a Los Angeles, donde se establecieron durante un tiempo, alejándose de casi todo lo referente a la familia real.
Adicionalmente, Sophie recibió el título de Lady Frederick Windsor.
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Grave accidente
El 2 de diciembre de 2017 y tras un viaje a Inglaterra, la actriz sufrió un grave accidente de tránsito: un automóvil chocó de frente al vehículo en el que ella viajaba, luego de tratar de esquivar un ciervo que se cruzó en el camino.
Pero gracias a la ayuda de un desconocido, quien la sacó del vehículo y la acompañó mientras esperaban por la ambulancia, jamás perdió el conocimiento.
“Él fue magnífico. Después admitió que pensó que yo estaba muriendo mientras me hablaba, pero trató de mantenerme con vida mientras llegaban los paramédicos”, señaló a Sunday Express.
La mujer permaneció hospitalizada durante tres semanas con un sombrío pronóstico, pues tenía la columna quebrada y diversas lesiones en el abdomen.
“Cuando te dicen que quizás no vuelvas a caminar, te sientes afortunado por cada día”, aseguró. Su recuperación tomó meses, tiempo en el que recibió la ayuda del príncipe Carlos, quien les envió a su chef personal por un tiempo. “Durante tres meses consiguió que su cocinero nos cuidara en lugar de él. Fue un acto de gran generosidad y amistad”, dijo.
Actualmente Sophie volvió a trabajar, siendo parte de la miniserie Trust y Endeavour. Por su parte, su marido se desempeña como analista financiero en el banco de inversiones JPMorgan en Londres.
