El 31 de agosto de 1997 el mundo entero se conmocionó con la noticia de la muerte de la princesa Diana, uno de los miembros más queridos de la familia real británica.
Cuando ocurrió el fatídico accidente en París, Lady Di tenía solo 36 años y se había divorciado hace un año del príncipe Carlos, claro que estaba separada de él desde 1992.
También puedes leer
Este 1 de julio, en el aniversario de su natalicio número 58, recordamos cómo fue la celebración de su último cumpleaños en 1997.
De acuerdo al libro The Diana Chronicles de Tina Brown, la llamada “Princesa del Pueblo” despertó rodeada de 90 ramos de flores y un sinfín de tarjetas con saludos, según consignó el medio español El Confidencial.
Durante la mañana también recibió un llamado de su hijo menor, Harry, quien justo aquel día estaba en el colegio. Fue así como el pequeño príncipe —quien en ese entonces tenía 12 años— le cantó Cumpleaños feliz a su madre junto a algunos compañeros.
El deber primero
Diana era conocida por su gran compromiso con las organizaciones caritativas y, en el día de su cumpleaños, no hizo ninguna excepción.
Aquella tarde del 1 de julio de 1997 la princesa de Gales no realizó ninguna fiesta en su honor, sino que asistió como invitada de honor a la gala benéfica de la Galería Nacional de Arte Británico y Arte Moderno, Tate Gallery, para celebrar el centenario del museo.
A ella fue acompañada de su hermano, Charles Spencer, quien en su funeral recordó la velada como “una noche en la que no celebró su día especial, con sus amigos, sino cumpliendo su deber como invitada de honor a una gala benéfica para recaudar fondos. Brillaba como siempre”.
En el evento, Diana lució un despampanante vestido negro de la diseñadora Jacques Azagury, el acompañado con joyas que habían sido de la reina María, abuela de Isabel II. “Se veía muy feliz, como nunca antes la había visto. Había algo en la forma en que se comportaba, una cierta confianza recién descubierta”, expresó Azagury.
Cómo la recuerdan sus hijos
En 2007, cuando se cumplieron 10 años desde la partida de la princesa, William y Harry, con ayuda de Elton John, íntimo amigo de Diana, organizaron un gran evento en honor a ella.
Se trató de un gran concierto en el Wembley Arena de Londres, donde se presentó el intérprete de Tiny Dancer, Duran Duran, Take That y Nelly Furtado, entre otros.
Finalmente, una década después, el primer día de julio de 2017, los duques de Cambridge y Sussex asistieron a una misa privada en homenaje a su madre.
