“Cortesía” es una palabra que se deriva de corte y se refiere a lo que un plebeyo debería hacer ante la reina. Sin embargo, Donald Trump no está cerca de ser un plebeyo.

Así al menos quedó de manifiesto en la visita que el presidente estadounidense hizo al Reino Unido, en donde tuvo varias reuniones con la realiza británica.

Y el protocolo una vez más no acompañó al mandatario norteamericano, que durante un banquete de gala que la reina Isabel ofreció en su honor, cometió un grave error.

Todo ocurrió en el momento del brindis, en el cual Trump tuvo elogios para la reina, calificándola como una “mujer formidable”. Hasta ahí todo bien, pero a continuación procedió a darle unas palmadas en la espalda a la monarca, lo que está estrictamente prohibido, según el protocolo real.

Según las reglas de la monarquía, nadie puede tocar a la reina, bajo ninguna circunstancia. De todas formas, la reina Isabel agradeció la visita de Trump al Reino Unido y no se molestó con el gesto del mandatario.

trump pone su mano en la espalda de la reina isabel
Captura | Telecinco

Cabe recordar que durante el año pasado, Trump ya había roto el protocolo cuando caminó delante de la reina, mientras pasaban revista a las tropas del Palacio de Buckingham.

A pesar de esto, Donald Trump no es el primer invitado que rompe las reglas por desconocimiento, ya que en 2009 fue la exprimera dama Michelle Obama, quien rodeó con un brazo a la reina en el Palacio de Buckingham.

“Fue una reacción humana totalmente natural de la que no me arrepiento”, recordó el episodio Obama en su libro de memorias ‘Becoming’.