La familia real británica se ha caracterizado por sus estrictos protocolos a la hora de comportarse en público. Sin embargo, son varios los integrantes que en más de una oportunidad no los han seguido.

La última en romper una de estas normas fue la mismísima reina Isabel II, durante una fiesta en los jardines del Palacio de Buckingham.

Cuando saludaba a los miles de invitados, la monarca tuvo un bello gesto con Laura-Ann Barr, una seguidora quien le tenía de regalo unas flores.

Por protocolo, la Reina no puede aceptar este tipo de obsequios. No obstante, igualmente lo recibió y luego se lo pasó a una de sus asistentes, quien le explicó que la monarca no podía cargarlas, pero que después se las devolvería.

En una entrevista con la revista internacional Hello!, Barr contó que en un principio los mismos funcionarios del palacio le dijeron que probablemente la Reina no se iba a detener para recibir las flores, pero ella igualmente lo intentó.

“Fue muy surrealista. Realmente no pensé que tendría la oportunidad, pero ella me sonrió amorosamente y me agradeció muchísimo. Había 8.000 personas allí y, honestamente, no podía creer mi suerte. Estaba caminando hacia mí y, por casualidad, levantó la vista y tuvimos un breve contacto visual. En ese momento hice una reverencia y dije en voz alta: ‘Majestad, tengo unas flores para usted’. Hubo un silencio y todos la observaban, lo único que podías escuchar eran los disparos de las cámaras”, relató Laura-Ann sobre el encuentro.

Por último, Barr —quien es madre de dos niños y proveniente de Irlanda del Norte— publicó el momento exacto del encuentro en su cuenta de Instagram, donde ya suma más de 50 mil reproducciones.