Desde que Meghan Markle comenzó a formar parte de la familia real británica, antes de casarse, la prensa británica ha especulado sobre el complejo carácter de la exactriz.

En la misma línea, se ha señalado en reiteradas ocasiones que esta personalidad le ha valido varios momentos incómodos y tensos con otros miembros de la familia, incluida la mismísima reina Isabel II.

Y al parecer estos comentarios no están tan alejados de la verdad. Lo anterior porque la biógrafa real Katie Nicholl, reveló recientemente un altercado que vivieron Meghan y la monarca, antes de que se llevara a cabo su boda con el príncipe Harry.

Según Nicholl, la Reina tuvo que llamarle la atención a la duquesa, luego que ésta se molestara por unos supuestos cambios en el menú de su matrimonio.

La escritora confesó al programa web The Royal Box, de la versión inglesa del portal Yahoo, que Markle insistió en todo momento en que debía servirse una alternativa macrobiótica en el menú convencional, tomando en cuenta que algunos de sus invitados, como actores y actrices de Hollywood, seguían esta dieta, y estarían presentes en la cena.

En este contexto, se supone que cuando Meghan probó un plato por el que le dijeron que no tenía huevo, ella se dio cuenta que no era así y no le gustó para nada. “Meghan se enojó mucho cuando sintió el sabor a huevo en un plato, siendo que le habían dicho que no había huevos allí, y dijo: ‘No, puedo sentirlo, puedo sentir que hay huevo en este plato’“, expresó Katie.

Al parecer la actitud con que dijo esas palabras no fue la más correcta, lo que motivó la llegada de la Reina, quien la apartó hacia un lado y le dijo: “Meghan, en esta familia no le hablamos así a la gente“.

Y para su mala suerte, este no sería el único altercado que enfrentaría la duquesa durante los preparativos de la boda. En noviembre pasado se supo que Isabel II tuvo que tener una conversación bastante seria con el príncipe Harry sobre la “difícil elección de la tiara” que usaría Meghan el día de su boda.

En ese entonces se comentó que la duquesa de Sussex tenía sus ojos puestos en una tiara que contenía esmeraldas, pero se le dijo que no podía usarla porque las piedras verdes podrían haber venido de Rusia, por lo que la Reina habría intervenido diciéndole a Harry: “Ella recibirá la tiara que yo le dé“.

Y ahora que se convirtieron en padres por primera vez, los duques de Sussex han vuelto a empujar los límites de la realeza británica y sus tradiciones, pues se sabe que Meghan no posará para fotográfos al menos en un par de días más, momento en que también podremos conocer el nombre del bebé. Hasta ahora solo Harry se ha pronunciado sobre este importante momento (VER NOTA).