Gran conmoción causó en Concepción la balacera registrada en la galería Caracol la tarde de este lunes, y que dejó dos muertos: el autor del hecho y su expareja.

Luis Gutiérrez Salgado de 68 años, ingresó armado a la peluquería en busca de su esposa Soraya Sepúlveda Riquelme (29), de quien estaba separado de hecho. Allí le disparó dos proyectiles en la región torácica.

La pareja se había casado en Santiago en abril de 2015 y un año después, Soraya presentó una denuncia por amenazas. Incluso, debía asistir a terapia en Penco (comuna donde residía), tal y como informó la seremi de la Mujer y Equidad de Género del Bío Bío, Marissa Barro.

“Ella ya había hecho la denuncia y estaba siendo patrocinada por el Centro de la Mujer por violencia intrafamiliar y de hecho había audiencia este miércoles”, señaló al sitio BioBioChile.

Soraya  Sepúlveda | Facebook
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En este contexto, el alcalde de Penco, Víctor Hugo Figueroa explicó al sitio Sabes.cl, que “de todos modos, desde la denuncia de ella, se dictaminaron medidas cautelares como alejamiento y rondas policiales en el domicilio de la afectada en el sector Baquedano de Penco”.

No obstante, el edil reveló que a pesar de que se le brindó apoyo psicológico, ella no asistió a estas sesiones. “Sí se reunió con el abogado para lograr las medidas de alejamiento”, añadió.

Luis Gutiérrez | Facebook
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Sin embargo, esa no fue la única alerta que existía sobre el fatídico desenlace. Según relataron los testigos, durante la tarde de la balacera, a Soraya se le vio conversando con un joven. Se trataba del hijo de Figueroa, quien le habría ido a advertir sobre la inestabilidad emocional de su padre.

“El caballero ya estaba nervioso (…) ya estaba quizás planeando lo que iba a hacer”, señaló uno de los meseros del local penquista ‘Oba Oba’, donde previo al crimen, el victimario tomó cuatro tazas de café, y olvidó (o dejó a propósito) un bolso y su chaqueta.