Gran impacto ha causado el asesinato de Carmen Elizabeth Gómez, mujer de 63 años que se encontraba en su domicilio junto a su marido e hijo.

El único detenido resultó ser un joven de 18 años con 21 detenciones anteriores, que ingresó al inmueble para cometer un asalto y a sangre fría le propinó una certera puñalada en el cuello a la matrona.

Pero no solo ella fue atacada, ya que su esposo e hijo postrado de 34 años también fueron heridos de gravedad.

Como cualquier otro día, la familia, muy religiosa, se dispuso a orar y posteriormente se contactaron con su hijo Bernardo Quiroga, de 40 años, que vive en Estados Unidos hace muchos años y quien nunca imaginó que sería la última vez que hablaran.

“Se robaron nuestra vida. Nuestro motor. Nuestro soporte. La leona que no dejaba a sus hijos y su marido por nada”, dijo al diario La Cuarta.

Luego agregó que “hace menos de doce horas conversamos por última vez. Nunca imaginamos que iba a ser la última oración juntos. Afortunadamente, pude decirle que era una mujer única”.

Pero eso no fue todo, ya que también aseguró que “ese imbécil me arrancó a la mujer que más me ha amado en el mundo. Una que nunca hizo daño y siempre se preocupó de hacer el máximo bien”.

Los hechos

Eran cerca de la 1:30 de la madrugada, cuando Ariel Mena Suazo habría saltado la reja de la casa ubicada en La Reina e ingresó al domicilio por la ventana del baño, cuando todos dormían.

“El individuo realizó profundas heridas corto punzantes. Al percatarse del ataque, los otros dos miembros de la familia forcejearon con el delincuente, quien también los apuñaló, siendo ambos heridos y trasladados al Hospital Militar y la Posta Central”, indicó Cristián Vásquez, jefe de la Brigada Investigadora de Robos Oriente.