Tras la polémica que está viviendo la Iglesia chilena por la renuncia de los obispos y la reunión de las víctimas con el Papa ante el caso Karadima, nuevos acusaciones de abusos salen a la luz.

Fue el pasado viernes en el noticiero Teletrece, cuando se dio a conocer la denuncia de la ex coordinadora de la Pastoral Juvenil, Elisa Fernández, en contra de los sacerdotes de la Diócesis de Rancagua.

Uno de los acusados, es el párroco de la comuna, Luis Rubio Contreras, quien fue sorprendido en “conductas impropias”, enviando fotografías de alto contenido sexual al perfil falso de un menor de edad.

Captura Canal 13
Captura Canal 13

Ante estas denuncias, Rubio afirmó su participación en el hecho. “Sí, es cierto, pero yo corté todo eso (…) Fue un error mío, yo lo reconozco”, señaló ante la cámara de T13. “Me de una vergüenza horrible. Es una decisión que tengo que tomar conciencia”, agregó sobre la posibilidad de dejar el sacerdocio.

Otro de los acusados, es el diácono de La Cabras, Luis Rubio González, quien fue denunciado por un grupo de jóvenes, por enviarles mensajes de alto contenido erótico y ofrecerles dinero por salir con él. Incluso, uno de ellos afirmó que Rubio realizó actos obscenos durante una videollamada.

Captura T13
Captura T13

“La Cofradía”

La denunciante señaló que al interior de la Diócesis existe una “cofradía” llamada “La Familia”, donde presuntamente se han cometido delitos sexuales. “La abuela, las tías, las hijas y las nietas”, serían los apodos que estos religioso usan al interior de este grupo.

Captura Canal 13
Captura Canal 13

“Mínimo son unos 8 o 9 sacerdotes (…) Tenían apodos femeninos. ‘La abuela’ era la que la llevaba”, reveló un sacerdote que resguardó su identidad ante la cámara. “Llevan 10 u 8 años unidos (…) ‘Todo sirve’, todo vale, tienen mucho contacto con los menores de edad, por la relación que tienen en las parroquias”, añadió, asegurando que usaban el auto de la iglesia para ir a buscar a jóvenes que se prostituían en Santiago.

Hace más de un año la denunciante aseguró que envió las pruebas de su acusación al obispo de Rancagua, Alejandro Goic. No obstante, al ser consultado por el periodista de T13, señaló que no existió una “denuncia formal” del caso.

Cabe destacar que el pasado domingo, el obispo suspendió a 12 presbíteros de la Diócesis de Rancagua. Esta medida es de carácter temporal “mientras se efectúa la revisión de cada caso”, especificó el religioso al diario La Tercera.