El cardenal Ricardo Ezzati entregó la noche de este viernes una conferencia de prensa, luego del retorno de los obispos renunciados de la cita con el papa Francisco, marcada por la histórica renuncia del clero chileno.

“El encuentro con el Papa lo podemos considerar como una bendición de Dios, para la Iglesia de Chile, para los sacerdotes, para los laicos”, sostuvo el arzobispo de Santiago.

Sin embargo, reconoció que se trata de “un tema que nos aflige y avergüenza y lamentablemente tiene como protagonistas a algunos ministros de la Iglesia (…) con el abuso de conciencia, en la libertad de conciencia de las personas y que ha tenido su expresión en el abuso sexual”.

“Queremos enfrentar como lo hemos hecho este tema, ayudados por el sucesor de Pedro”, agregó, en referencia a Francisco.

“Nos hemos comprometido con el Santo Padre a seguir trabajando, incluso poniendo a disposición de él nuestro ministerio, para que se sienta libre de poder iniciar aquellas acciones que discierne que son las más oportunas”, agregó.

Hans Scott | Agencia UNO
Hans Scott | Agencia UNO

Consultado si se arrepentía de acusar a Juan Carlos Cruz de mentir, según quedó en evidencia tras revelarse las cartas que se intercambió con el entonces arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, Ezzati evitó hacer un mea culpa, eludiendo incluso mencionarlo.

“Sin duda alguna, la persona que usted indica (J.C. Cruz), tiene muchos méritos, tiene el mérito de haber sufrido, tiene el mérito de haber hecho público también su sufrimiento”, sostuvo.

Ezzati y destrucción de documentos: “Es una novedad”

Rápidamente las preguntas giraron en torno al encuentro en Roma con el pontífice, para rendir cuentas sobre los escándalos de pedofilia y su encubrimiento en nuestro país.

Recordemos que los obispos chilenos fueron acusados por el mismo pontífice, en un documento de 10 páginas, de ser colectivamente responsables de “graves defectos” en el manejo de los casos de abusos y de la consiguiente pérdida de credibilidad de la Iglesia católica.

El documento detallaba presiones ejercidas sobre aquellos que debían investigar los abusos, así como la destrucción de documentos comprometedores.

Al respecto, Ezzati se mostró sorprendido con esta última información. “Es una novedad también para mí, como ha sido una novedad para todos los obispos”, señaló.

“Yo asumí la Diócesis de Santiago el 11 de enero de 2011 y al día siguiente el Nuncio Apostólico me entregó el decreto de la Santa Sede con la condena al párroco Fernando Karadima y que procedí su aplicación”, destacó.

Respecto de las acusaciones de encubrimiento en su contra, el cardenal intentó bajar el perfil asegurando que “la información la dio un joven que yo no conocía y he pedido que eso se verificara en el Tribunal de Justicia de Valdivia, justamente para rechazar esa infamia, y la Corte de Valdivia me absolvió totalmente porque no hay ninguna prueba de ello”.

Pese a su reticencia, aseguró que “no basta decir perdón”, agregando que “cuando la justicia civil nos diga lo que tenemos que hacer, lo vamos a hacer”.

“Siempre que el pecado se da, requiere reparación. No basta decir perdón. El perdón tiene que tener también actos muy concretos que indiquen ese perdón. Algunos de ellos ya se han realizado, algunos de ellos están encomendados a la justicia, y cuando la justicia civil nos diga lo que tenemos que hacer, lo vamos a hacer con toda disponibilidad y con todo el corazón”, sentenció.