La compra de un costoso televisor LED LG de 84 pulgadas 4k para el palacio presidencial de Cerro Castillo, encendió una nueva polémica al interior de La Moneda. Desde el Gobierno justificaron la compra, que tuvo un costo de casi $8,8 millones.

Se trata de una licitación del 12 de marzo pasado, un día después que el mandatario asumiera el cargo, para la compra de un televisor LG Led 4K de 84 pulgadas por 13.963 dólares, es decir, unos 8,8 millones de pesos, según Mercado Público.

El aparato, que tiene una resolución Ultra HD y posee un sistema integrado de altavoces multicanal al frente, fue adquirido finalmente a la empresa Bookcomputer.

Consultados al respecto, desde La Moneda defendieron la millonaria compra, asegurando que al llegar al Palacio de Cerro Castillo intentaron usar los dispositivos, descubriendo que no cumplían el estándar.

Por lo mismo, ese mismo día (12 de marzo) se decidió adquirir una televisión mutimodal o multiuso, iniciando el proceso de licitación.

El objetivo, según las mismas fuentes, es implementar mayor tecnología debido a que el presidente Piñera quiere usar este dispositivo para las reuniones con ministros y otras autoridades de Gobierno. Por lo mismo, destacaron que la TV cumple con las nuevas exigencias para poder tener teleconferencias simultáneas en varias pantallas a la vez.

Por último, descartaron echar pie atrás con la compra, debido a que se realizó antes del instructivo de austeridad del ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

Recordemos que, precisamente, los cuestionamientos surgen a raíz del enérgico anuncio del Gobierno de reducir el gasto fiscal, ante el aumento del déficit durante la anterior administración de Michelle Bachelet.

Según Mercado Público, la empresa que proveyó la TV ya se había adjudicado varias licitaciones durante el primer gobierno de Sebastián Piñera.

Esta polémica se suma a la frustrada compra de un costoso sillón de cuero de más de $2 millones para las oficinas del Ministerio del Interior, junto con la orden de compra de un vehículo de lujo para la Presidencia de la República con el objetivo de trasladar al mandatario, Sebastián Piñera, a sus actividades.

Específicamente, se trató de un Lexus LS500, de alta gama y altos estándares de seguridad; con un costo cercano a los 70 millones de pesos. Finalmente ambas compras no se concretaron.