Dicen que la vida de los violadores en la cárcel es muy compleja, pues muchos buscan hacer justicia con sus propias manos.

Y fue precisamente esto lo que le ocurrió a un hombre de 46 años que fue detenido y trasladado al recinto penitenciario de Quillota acusado del delito de abuso sexual a una pequeña de dos años y 11 meses.

El sujeto que fue detenido el pasado martes fue atacado por otros reos, quienes le propinaron golpes de puño y pie, además de atacarlo con objetos contundentes por lo que terminó con un politraumatismo de carácter leve y su rostro completamente desfigurado, según consignó La Estrella de Quillota.

El hombre había manifestado, tras la determinación del juez de enviarlo a la cárcel de Quillota, que no quería ir a ese lugar pues tenía temor de lo que le pudiera ocurrir, y no se equivocó porque los demás presos liberaron su furia contra él por el delito que habría cometido.

Cabe recordar que el hecho habría ocurrido mientras la madre dejó unos minutos sola a la niña en el pasillo de la residencial donde vivían, mientras volvió a su pieza a buscar un cenicero, cuando salió la pequeña ya no estaba, y la encontró en la pieza del sujeto de 46 años, quien estaba realizando tocaciones indebidas a la niña.

Tras esto el sujeto arrancó, mientras era perseguido por la madre a quien golpeó en el rostro. A su regreso al lugar pilló al hombre durmiendo en su pieza y lo atacó con un cuchillo en uno de sus hombros.