Una gran pérdida tuvo Chile este martes. A los 103 años murió el antipoeta Nicanor Parra, dejando un gran legado para nuestro país y el mundo.

El artista, el último miembro con vida del clan Parra Sandoval, creó un estilo rupturista de versos que no sólo se desprenden de las normas tradicionales de la poesía e incluso de la gramática, sino que recurre al humor, el absurdo e incluso el arte callejero con el fin de acercarla a todas las clases sociales.

Precisamente en este estilo es que Parra publicó en 1969 su antipoema Últimas Instrucciones, un escrito parte del compendio Obra Gruesa en que, a modo de testamento literario, indica cómo se debe proceder tras su muerte.

En aquellas letras pidió que no se le velara en el salón de honor de la universidad o en la casa del Escritor. Junto con ello, agregó cuatro objetos con los que le gustaría irse, entre ellos unas gafas negras.

A continuación puedes revisar el poema completo, tal como lo escribió Nicanor Parra.

Últimas Instrucciones

Estos no son coqueteos imbéciles
háganme el favor de Velarme Como Es Debido
dáse por entendido Que en la reina
al aire libre —detrás del garage
bajo techo no andan los velorios

Cuidadito CON velarme en el salón De honor De la universidad
o en la Caza del Ezcritor
de esto no cabe la menor duda
malditos sean si me velan ahí
mucho cuidado con velarme ahí
Ahora bien —ahora mal— ahora
vélenme con los siguientes objetos:
un par de zapatos de fútbol
una bacinica floreada
mis gafas negras para manejar
un ejemplar de la Sagrada Biblia

Gloria al paDre
————– gloria al hijo
————————– gloria al e. s.
vélenme con el Gato Dominó.
la voluntad del muerto que se cumpla

Terminado el velorio
quedan en LIberTad de acciÓn
ríanse —lloren— hagan lo que quieran
eso sí que cuando choquen con una pizarra
guarden un mínimo de compostura:
en ese hueco negro vivo yo.