Tras acoger los antecedentes presentados por la fiscalía, la jueza Karina Mihovilovic confirmó el cierre del caso Garros.

El fiscal Octavio Stuardo pidió el sobreseimiento o en subsidio la decisión de no perseverar del caso tras determinarse que se trató de un suicidio y no de una muerte donde intervinieran terceras personas.

La solicitud se desarrolló en el Juzgado de Garantía de Chiguayante.

Con esto, cierra la investigación por la muerte de Antonia Garros ocurrida en febrero del 2017, cuando la joven cayó de un departamento en un edificio del sector Pedro de Valdivia.

El hecho fue atribuido por la familia, según las querellas presentadas, a un homicidio, e insisten en que su hija “no fue empujada físicamente, sino psicológicamente”.

Además, también hubo una acción legal por cuasidelito de homicidio, apuntando como presunto responsable al expololo de Antonia, Andrés Larraín, quien vivía en el departamento de calle Sanders.

Sin embargo, según determinó la investigación preliminar, no habría intervención de terceras personas en la muerte de la víctima.

A la medida se oponen los abogados de los padres de Antonia Garros, quienes descartan categóricamente que la muerte de su hija haya sido un suicidio.

Durante la audiencia se leyó la declaración de Andrés Larraín, principal sospechoso de los abogados de la familia, en la que relata los minutos previos a la muerte de Antonia.