Diez días de plazo tiene el colegio Antilhue de la comuna de La Florida, región Metropolitana, para recopilar y destruir el anuario de 4to medio de la generación 2016.

Este fue el regalo entregado en la fiesta de gala de los estudiantes egresados ese año, tras el acuerdo entre estudiantes, apoderados y el establecimiento, según consignó La Segunda.

El anuario contaba con una caricatura de cada estudiante, encargada a un dibujante de la Plaza de Armas; más la descripción, frases típicas y apodos de los alumnos.

El problema fue que una de las caricaturas mostraba a una estudiante en ropa interior, cuando todo el resto del curso aparecía con ropa. A esto, se suma que había calificativos denigrantes en su contra.

La respuesta de la madre fue ir al lunes siguiente al colegio para pedirle a la dirección que exigiera la devolución de los anuarios, petición que habría sido rechazada bajo el argumento que como exapoderada, ya no habían vínculos con la institución.

Tras interponer un recurso de protección, este martes la Justicia resolvió que el colegio debía “dirigir a una comunicación a todos los apoderados y exapoderados que tengan en su poder la revista y la mencionada sátira para que hagan devolución de aquella dentro del décimo día a fin proceder a su destrucción“.

La abogada del establecimiento, Inés Viñuela, indicó al medio que comunicaron a los apoderados. Sin embargo, señaló que algunos se han negado a devolverlos.

Un tema no menor a considerar en esta polémica, es que los adjetivos y epítetos acordados para cada estudiante, según señalaron los apoderados, los dieron los propios alumnos en clases con el profesor jefe presente en la sala, los que -junto a la caricatura- fueron considerados como “degradantes y deshonrosas” por la Corte.