El pasado 19 de noviembre se llevó a cabo un nuevo proceso eleccionario para elegir presidente, parlamentarios y consejeros regionales, autoridades que lideraran nuestro país.

Estas elecciones estuvieron marcadas por algunos hechos curiosos: vocales de mesa que contaban con extraños tonos los votos, famosos en las mesas de votación, votos mal doblados, entre otros.

Pero uno de los casos que impactó fue el de María Elena Rebolledo Cabrera, a quien tras ser designada vocal de mesa no se le permitió asistir al funeral de su hermano.

La mujer llegó hasta el Liceo Arturo Valenzuela en el sector Los Laureles, camino a Cunco, en la región de la Araucanía con el certificado de defunción de su familiar para solicitar ausentarse por dos horas para poder asistir a la ceremonia de despedida, lo que se realizaría a las 12:00 horas en la comuna de Freire.

Sin embargo, a pesar del complejo escenario que vivía la mujer, el delegado del recinto de votación no le permitió, en un primer momento, ausentarse y ella no asistió por miedo a que la multaran, pues -aseguró- no tenía dinero.

En conversación con Pagina 7, Rebolledo ralató que el día anterior, durante el reconocimiento de recinto fue su esposo en su lugar para intentar excusarla.

“Mi esposo me fue a reemplazar a una reunión que se hace el día antes de las elecciones y llevó el certificado de defunción y el delegado inmediatamente le dijo que no, pero yo al otro día, el día de las elecciones, me presenté como 07:50, llegué al colegio y hablé con él y él dijo que no se podía y los otros jóvenes que estaban ahí me decían que con el consentimiento de todos los vocales de mesa se podía hacer”, pero esto no fue así.

Lo que más dolor causó a la mujer es que el hombre es alguien a quien conocía, e incluso fue profesor de sus hijos.

“Él le hizo clases a todos mis niños. Él me conoce a mí de toda la vida, pero él dijo que él no se arriesgaba, porque yo no podía volver. Yo iba a ir en vehículo y no era más de una hora”, comentó.

Luego agregó: “Yo le pedí permiso de las 11:00 a las 13:00 horas, y él me dijo rotundamente que no, pero pasó la hora y como 11:45 él llega y me dice: ‘si usted quiere ahora puede ir’ y yo le dije ‘no, ahora no me sirve, porque mi familia está toda en Freire'”, distante a cerca de 25 minutos en vehículo de donde se encontraba.

PABLO OVALLE ISASMENDI | AGENCIA UNO
PABLO OVALLE ISASMENDI | AGENCIA UNO

En la oportunidad, María Elena también nos comentó que tras el difícil momento, el hombre nunca se acercó para pedir una disculpa.

Nunca me dijo ‘discúlpeme, tenía mucho estrés’, no me dijo nada, lo vi toda la tarde, terminamos la entrega de todo y nunca me dijo nada, incluso todo el día yo con la pena que tenía”, comentó.

Pero a pesar del dolor que sintió por la muerte de su hermano de 76 años, quien falleció a causa de un cáncer fulminante el pasado 17 de noviembre mostró una posición reconciliadora y aseguró no tener rencor.

“Yo tengo 64 años y me hizo pasar por esto, una tremenda pena, disgusto, pero yo nunca le deseé mal, yo no le tengo ni rabia a él todo se lo dejo al Señor, todo lo que uno siembra en la vida lo cosecha al final”, comentó.

“Me dio pena, porque comentaban muchas cosas feas, la gente le deseó muchas cosas malas, y eso a mí no me gusta, porque solamente hay un ser supremo que juzga”, aseveró.

Sin embargo, aunque han sido días difíciles ya está más tranquila y tuvo la oportunidad este lunes de ir al cementerio y despedirse como deseaba de su ser querido.

“Estoy bien, pero con la pena de no haber podido estar, pero ahora ya el Señor me ha dado paz en mi corazón y no tengo pena ni rabia , estoy tranquila”, manifestó.

Finalmente cabe indicar que el próximo 17 de diciembre, María Elena volverá al citado liceo donde se encontrará con el delegado, para cumplir con su deber en la segunda vuelta del proceso eleccionario.