Este lunes Paola Gabriela romano Cademartori fue condenada a presidio perpetuo, con un mínimo de 20 años de cárcel, luego de ser hallada culpable del parricidio de su hijo de tres años en agosto de 2014.

Fue el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar quien condenó a la acusada que envenvenó al pequeño tras perder su custodia. Tal fue su crueldad que la mujer fue apodada “La Quintrala de Recreo”, pues lo mató el mismo día que debía entregarlo a su padre.

En fallo unánime, el tribunal, aplicó, además, a Romano Cademartori las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos por el tiempo de vida de la condenada y la sujeción a la vigilancia de la autoridad por el máximo que permite la ley.

Una vez comunicado el fallo, el tribunal exigió la toma de muestras biológicas de la sentenciada para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.

En una hora no determinada del 30 de agosto de 2014, en el interior del domicilio, la acusada Paola Gabriela Romano Cademartori dio muerte a su hijo (…), de casi 3 años de edad, intoxicándolo mediante el suministro de quetiapina, en dosis elevadas que le ocasionaron la muerte“, señala el fallo.

En el documento también se describe que la mujer preparó “el entorno y las condiciones necesarias para aislar al niño y eludir la entrega a su padre, ordenada judicialmente por sentencia definitiva dictada por el Tribunal de Familia de Viña del Mar, y que disponía que el cuidado personal definitivo del niño le correspondía a su padre”.