Asifa Bano, niña de 8 años, desapareció el pasado 10 de enero en un pueblo ubicado a unas 45 millas al este de la ciudad de Jammu en la India. Dos días después de perderse, la familia informó a la policía.

Según informó el sitio Daily Mail, a la zona había llegado una tribu nómada musulmana conocida como Bakarwals, quienes se dedican al pastoreo.

Los delincuentes secuestraron a la menor de edad mientras alimentaba a un grupo de ponis en el bosque. Posteriormente la violaron, quemaron y mutilaron en la sala de un templo hindú. La pusieron debajo de la mesa y la cubrieron con esteras de plástico.

Según los informes forenses, Asifa fue drogada y torturada durante varios días, hasta que su cuerpo no resistió más sufrimiento. Tras su muerte, los secuestradores dejaron su cuerpo en el bosque.

“Sabía que algo horrible le había sucedido a mi niña”, señaló el padre de la menor fallecida, tal y como consigna el sitio inglés.

Después del arresto de los sospechosos, miembros de la Plataforma de la Unidad Hindú, protestaron por las calles de Jammu con una bandera india, gritando “¡Larga vida a la India!” y exigiendo que la policía liberara a los hombres.