La custodia por los hijos puede llegar a ser un tema delicado cuando los padres se divorcian, situación que incluso puede conducir a algunos extremos, tal como lo protagonizó una madre inglesa el año pasado.

Transcurría el 21 de septiembre cuando Matthew Spriggs y Lesley Speed debían acudir al juicio por la tuición de su hijo Archie, de 7 años. El padre llegó puntual, pero la madre nunca se presentó al tribunal.

A las 6 de la tarde Darren Jones -la pareja de Lesley- llegó a su casa y descubrió una terrible escena: la mujer había acabado con la vida del pequeño, y también intentó terminar con la suya.

Según consignó el periódico británico Mirror, el llamado del hombre a emergencias describió la peor de las situaciones: “Hay sangre en todas partes. Se ha cortado a sí misma. Su hijo…, él está muerto. Está helado, está azul”.

La investigación reveló que la mujer no se encontraba preparada mentalmente para acudir al juicio, ni mucho menos ante una posible separación del menor, por lo que tomó la decisión de ahorcarlo con una bufanda, además había sido asfixiado previamente con una almohada.

También se encontraron algunas cartas en las que Lesley aseguró que no podría soportar que su hijo se fuera con su progenitor indicando en ellas que prefería ver al pequeño muerto, informó Publimetro.

Durante los próximos días el juicio contra la mujer llegará a su fin y se conocerá la sentencia. La defensa en tanto alega que hay que considerar que Speed sufrió “una anomalía mental causada por un episodio grave de depresión con síntomas psicóticos”.