Una mujer oriunda de la zona campesina de Acambay, México, vivió una terrible pesadilla recientemente luego que su hijo de tres años, Miguel Ángel, falleciera en sus brazos.

El pequeño vivía con arritmia cardíaca desde su nacimiento, por lo que sus padres constantemente lo estaban llevando al médico para evaluar su situación, sin embargo, el sábado pasado su corazón no dio más, según consignó el medio local La Razón.

Ese día, Silvia y su pareja, Alfonso Refugio, vieron que el menor comenzó a ponerse mal, tuvo una convulsión e incluso dejó de respirar por momentos. Dada la urgencia de la situación, los padres decidieron llevarlo a Ciudad de México, sin embargo, al llegar a la capital, tras tomar varios autobuses, el pequeño falleció.

Tras esta desgarradora situación, la pareja decidió regresar a su pueblo natal para velarlo y enterrarlo. Por lo anterior, envolvió a su pequeño con plásticos y frazadas, y se sentó a esperar en el Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO).

Fue en ese lugar que agentes de la Secretaría de Seguridad Pública se le acercaron y ella les contó lo que había pasado. Estos llamaron a paramédicos, quienes confirmaron el deceso del menor, y tanto ella como su pareja fueron posteriormente llevados al Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia de la ciudad (PGJ).

En ese lugar las autoridades confirmaron que el pequeño había fallecido de causa natural, debido a estudios anteriores y al testimonio del médico que trató su dolencia cardíaca por bastante tiempo.

Finalmente la mujer pudo llevarse a su hijo, luego que la PGJ la ayudara con lo trámites. Eso sí, esta vez fue trasladado en un equipo de servicios funerarios.