Joan Manuel Serrat escribió en 1983: “De vez en cuando la vida se nos brinda en cueros y nos regala un sueño tan escurridizo; que hay que andarlo de puntillas por no romper el hechizo”.
Esta letra justamente identifica el duro momento que vive el futbolista Ricardo ‘Pescadito’ Parada, quien en su momento tuvo gloria y una fama que se desplegó a borbotones, pero hoy es sólo un lejano recuerdo.
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Se reventó la burbuja en la que vivió este gran talento del balompié nacional, que defendió los colores de Universidad de Concepción, Ñublense, Naval de Talcahuano, Lobos de México y de la selección chilena que participó en el mundial sub 20 de 2005, esa misma donde Parada brilló junto a José Pedro Fuenzalida y Matías Fernández.
Hoy, con dos años de inactividad -luego de haber defendido a Naval– el otrora crack de La Roja sólo piensa en evitar la cesantía a como de lugar para poder llevar el sustento a su familia.
En declaraciones al diario La Estrella, el Pescadito dijo encontrarse en una situación complicada, pues no tiene trabajo estable, sólo un “pololo como hidráulico” y como colaborador esporádico de las series menores de Arturo Fernández Vial.
El duro momento económico lo sorprende rematando uno de sus tesoros más preciados: se trata de la camiseta con la que consiguió el ascenso de Tercera a Segunda División con Ñublense, el año 2004. Con aquella tricota fue él mismo quien marcó el gol del triunfo y que movilizó a todo Chillán.
¿Volvería al fútbol?: “no estoy en forma y el medio ofrece muy poco. Cuando hay una familia que sostener, uno no puede jugar por bolitas de dulce”.
El remate partió con una portura de 100 mil pesos y ahora va por sobre el millón.
