Hace años ya que Jorge ‘Kike’ acuña está alejado de la farándula y los escándalos, enfocado en su vida deportiva, en la que está iniciando un nuevo desafío.
Hace un mes el exfutbolista decidió volver a las aulas, esta vez para convertirse en director técnico.
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El ex Pelotón ingresó al Instituto Nacional del Fútbol (Inaf) donde estudiará durante tres años para conseguir su sueño y regresar al fútbol, esta vez como entrenador.
Sobre este nuevo proceso en su vida aseguró que tiene las pilas puestas para conseguir su objetivo y darle una alegría a su familia.
“Uno no está acostumbrado, pero me siento motivado al máximo. Amo este deporte y es un sueño de mi padre verme con el buzo de entrenador. Lo hago por él, para darle otra alegría”, contó a La Cuarta.
Pero este regreso a clases no ha sido tan fácil, ya que hay algunas materias que le han costado un poco.
“La computación, los programas, soy un desastre. Nunca pesqué un computador, me preocupaba del Messenger nomás, y del Whatsapp en el celu”, señaló.
En la oportunidad, también aseguró que espera que su pasado farandulero y carretero no le pasen la cuenta en esta nueva etapa de su vida.
“En el colegio me costaba porque no me gustaba estar en clases, decía presente y buscaba la forma de arrancarme para jugar a la pelota. Sé que aparecí en los medios por salir en las noches, pero espero que mi pasado no me condene a la hora de buscar trabajo. Quiero ser un buen técnico, que me evalúen por mis capacidades, mi experiencia. Que no se me mida con la vara del carrete, de haber sido bueno para el hueveo”, manifestó.
Finalmente reveló que su sueño es poder dirigir el equipo en el que jugó durante sus últimos años de carrera “San Felipe, por todo lo que significó en mi carrera, me recibieron con los brazos abiertos. También le prometí a mi padre que estaría en la Católica. Ya que no pude volver como futbolista, espero hacerlo como técnico”.
Cabe mencionar que dado su pasado como jugador Acuña tiene un gran beneficio en esta etapa de estudiante, ya que sólo tiene clases una vez a la semana de 08.00 a 20:00 horas, durante tres años a diferencia de sus compañeros que deben asistir de lunes a viernes por cuatro años.
