Los cancilleres de Argentina, Paraguay y Uruguay firmaron este martes un memorándum y formaron un grupo de trabajo y de coordinación que fijará el calendario de tareas para la presentación conjunta de la candidatura al Mundial de fútbol 2030.

Jorge Furie, Eladio Loizaga y Rodolfo Nin Novoa se reunieron hoy con el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, para hablar del tema, junto a autoridades deportivas y ministros de Deporte y Turismo de los tres países.

“Primero tenemos que ganar la elección. Ahí cada uno resolverá cuántos estadios, qué infraestructura ofrecerá y otros aspectos”, dijo el canciller argentino, Jorge Furie, en rueda de prensa.

Su colega paraguayo, Eladio Loizaga, destacó que “sobra pasión en este grupo y decidida vocación para llevar adelante el objetivo de organizar el Mundial”.

Rodolfo Nin Novoa, canciller de Uruguay, recordó que los Mundiales de la FIFA nacieron en su país, en 1930, cuando la selección anfitriona obtuvo su primer título al vencer a Argentina, en la final, por 4-2.

De la reunión de hoy participaron también el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el paraguayo Alejandro Domínguez, y los presidentes de las asociaciones nacionales de los tres países.

Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), fue interrogado sobre cómo se encarará ese ambicioso proyecto en medio de los casos de corrupción que se han descubierto en el fútbol mundial.

El dirigente argentino aseguró que las nuevas autoridades que han asumido en la región no tienen ninguna responsabilidad en esos escándalos: “No tenemos nada que ver con todo el pasado, con el FIFAgate y la gente vinculada a esta causa. Esta nueva gestión apunta a trabajar de la mejor manera para cumplir el sueño del Mundial 2030”, dijo Tapia.

Los tres países sudamericanos, que impulsan la candidatura conjunta, tienen como uno de sus fuertes argumentos la tradición futbolística y la cantidad de títulos conquistados a nivel de selecciones y de clubes. Eso sí, para el Mundial de 2030 podrían enfrentarse al poderío económico de China, que también presentaría su candidatura.