No señor, no es Nicolás Peric cuando metió un puntente de arco a arco jugando en Bolivia, sino que se trata del meta bosnio del Stoke City, Asmir Begovic, que entró al grupo de los récords más loquillos del mundo, por convertir el gol desde la mayor distancia registrada hasta hoy.

El hecho se dio en noviembre de 2013, cuando el Stoke enfrentó al Southampton. Imagínese, recién iban 13 segundos de partido, y el arquero chuteó la pelota con un fierro. La ayuda del viento también le dio más potencia a la gordita que se incrustó en el arco rival.

Todos quedaron marcando ocupado en el estadio, primero, porque el partido estaba recién empezando, y segundo, por el tremendo jarrazo desde 91,9 metros. Sí, leyó bien. El arquero quedó más contento que perro con pulgas con su pepa, pero ahora más por entrar en la historia.

“Me siento increíble de ser honrado de esta manera, y como portero nunca imaginé que esto sucedería, menos para este tipo de registros”, señaló el guarda palos en el sitio oficial de su equipo.