Antes de adquirir un vehículo, es necesario saber que deberás hacerle revisiones constantemente, ya que son varios los problemas que se pueden presentar durante su uso.

Según explica el académico del Área Mecánica de INACAP Concepción-Talcahuano, Héctor del Pino, son necesarias las revisiones periódicas y la prevención, para no tener que lamentar situaciones negativas frente al volante.

El experto detalla que generalmente los inconvenientes se producen por el descuido de los dueños de los automóviles. “Los principales problemas se asocian a una baja o nula mantención por parte de los usuarios de vehículos automotrices, quienes solo se restringen a colocar combustible y cambiar aceite. También se suma la antigüedad del vehículo y el descuido de algunos aspectos de la mantención preventiva”, detalla.

A lo anterior, Del Pino agrega que esto se debe porque se deja todo para última hora. “Uno de los errores es que los usuarios se preocupan de solucionar problemas cuando el vehículo falla, cuando en realidad lo adecuado es prevenir”.

Si eres parte de este grupo, toma lápiz y papel: a continuación te dejamos cuáles son los principales problemas que puede presentar y qué pasos hay que seguir al momento de enfrentarlos.

Pinchar un neumático

Pixabay (cc)
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Imagina esta escena: vas viajando de lo más bien, con la música a todo volumen y al llegar a tu destino notas que algo pasó, se pinchó un neumático.

Según explica el docente de Inacap, esta es una situación que le puede ocurrir a cualquier, pero las probabilidades aumentan cuando la vida útil está llegando a su fin, por eso es necesario revisarlos. “Es importante medir las huellas, las que deben tener una profundidad mínima de 1,6 mm. Si está al límite se sugiere reemplazar a lo menos de a pares, por ningún motivo uno solo”, explica Del Pino.

Calentamiento del motor

Pixabay (cc)
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Algo muy importante que hay que hacer mientras se conduce, es ir pendiente del panel de instrumentos donde aparecerán advertencias, tales como aumento de la temperatura del motor. Esto se puede producir por exigirle más de lo necesario, no utilizar el refrigerante especificado por la marca, o la mala o nula mantención del sistema de refrigeración.

Si te toca pasar por esto, Del Pino explica que lo primero es detenerse. “Hay que estacionar inmediatamente en un lugar seguro, detener el motor, esperar que se enfríe y revisar”, detalla el especialista. Y agrega: “por ningún motivo abrir la tapa del radiador con el motor caliente, ya que el líquido está presurizado y saldrá a presión e hirviendo, quemando todo lo que esté a su alcance”.

Luego de que se enfríe, se puede revisar lo que pudo haber sucedido (desconexión de una manguera, filtración o falta de líquido) y si la falla es más grave, se recomienda ir donde un especialista.

Pérdida de agua

En muchos automóviles que se detienen tras circular por largos períodos con aire acondicionado, se observa que empiezan a derramar agua desde alguna parte inferior: no es problema, sino que una situación normal que se da por un cambio brusco de temperatura, provocando condensación de agua y siendo eliminada al exterior.

“Se debe verificar en el panel de instrumentos si el sistema de refrigeración no señala aumento de temperatura. Ahora si la temperatura del motor es extrema, se debe a la situación señalada en el punto anterior”, explica Del Pino.

Quedar sin combustible

Pixabay (cc)
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Otro escenario: vas conduciendo y el panel te marca que estás quedando sin combustible ¿qué es lo primero que haces? ¿sabes cuántos kilómetros más puedes andar?

Según explica el docente de Inacap, esto se da porque no se toma en cuenta la capacidad del estanque, el rendimiento del vehículo, el tipo de terreno y geografía; factores que pueden incidir en el consumo de bencina. “Cuando se enciende la luz de reserva, se tiene disponible entre 40 a 60 kilómetros para reabastecerse, de otra manera se corre el riesgo de quedar varados en la carretera o camino rural”, detalla Del Pino.

Problemas de arranque

Este problema se puede dar por un inconveniente del motor de arranque o por la batería, incluso con las tecnologías de redes en los vehículos modernos.

Una batería deteriorada no soporta carga y con cualquier consumo eléctrico baja su carga e impide que el vehículo se coloque en marcha; se sugiere hacer una revisión de este elemento periódicamente. Cabe destacar que la vida útil va de los dos a cinco años aproximadamente, según el cuidado”, explica el académico.

Los frenos no responden adecuadamente

Disco de frenos / Pixabay (cc)
Disco de frenos / Pixabay (cc)

Este efecto se da normalmente cuando se desciende una pendiente extensa y se hace control del vehículo sólo con los frenos, el recalentamiento hará que se pierda eficiencia, e incluso efectividad”, declara Del Pino.

Para ello, es necesario llevar una marcha adecuada a la inclinación, incluso los vehículos automáticos deben tener esta precaución, de modo que el uso de los frenos sea lo estrictamente necesario.