Este viernes, la empresa constructora Claro Vicuña Valenzuela (CVV) solicitó su quiebra.

Según constató el Diario Financiero, la compañía anunció que desmovilizará más de 30 obras y despedirá a 2.500 personas.

“Esta es la más dolora y significativa decisión adoptada por la empresa, por su amplia y reconocida trayectoria, así como también por el gran impacto que esto provoca en sus colaboradores, proveedores, subcontratos, clientes y comunidad”, informó la empresa por medio de un comunicado.

Cabe destacar que los pasivos de la compañía superan los US$ 60 millones y uno de sus mayores acreedores es el banco Santander.

Desde la compañía se mencionó que, entre los factores que la llevaron a esta difícil decisión, está su relación contractual con el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

“Hoy la compañía debe avanzar hacia su liquidación afectada por los cambios estructurales que enfrenta la industria de la construcción y la burocracia de los mandantes públicos, en especial el MOP”, señaló el abogado Nelson Contador..

Obras de la constructora Claro Vicuña Valenzuela sin terminar

En Concepción estuvo a cargo de la etapa final del puente Bicentenario sobre el río Bíobío, un proyecto con una demora de 10 años.

Hace semanas no se veía movimiento en la faena, lo mismo que en el eje Colón de Talcahuano, donde los vecinos denuncian el abandono de las obras.

En Los Lagos, en tanto, quedó sin avances el by pass de Castro, que se adjudicó Claro Vicuña luego del abandono de otra empresa. Lo mismo que en el Bíobío.

En este caso, la constructora argumentó ante el MOP la necesidad de que se actualicen los costos de los contratos, pues en el sector de la construcción los materiales han subido tres veces el IPC.

Medidas tardías en Claro Vicuña Valenzuela

Por otra parte, la empresa señaló la implementación de una serie de acciones para mantenerse a flote. Esto, ante las dificultades económicas que se presentaron.

Algunas de ellas fueron inyectar recursos por parte de los accionistas, reducir gastos fijos, bajar sus ingresos, su actividad y negociar con los proveedores sus plazos de pago.

“Pero estas acciones no han sido suficientes”, sostuvo el abogado de la firma.

Con este proceso de quiebra, dijo además que CVV espera acceder a una herramienta legal que permita la liquidación de sus activos.