Un nuevo caso de acoso escolar se registra en la comuna de Melipilla en la región Metropolitana. Sin embargo, esta vez ha causado reacciones físicas graves a un niño de 10 años que cursa 4° Básico.

Su madre, explica que todo comenzó a inicios de este año, cuando le avisaron que los estudiantes debían volver a clases presenciales a la Escuela Claudio Arrau de Melipilla.

“Él iba súper entusiasmado. Pero al final de marzo, me dijeron que sufría de dolores de cabeza y que le dolía cuando había ruidos muy fuertes”, relató la madre del menor de edad y aseguró que esos síntomas no los tenía en casa.

Tras este indicio, el médico pediatra del niño indicó que debían realizarle una resonancia magnética. “Yo tuve que hacer una rifa (…) Pero días antes me llamaron nuevamente del colegio porque mi hijo tenía dolores de cabeza”, relató.

En este punto, la situación se hizo difícil para la familia, ya que la afectada tenía que retirar a su hijo 3 a 4 veces a la semana debido a los dolores que sufría su hijo.

“‘Mamá, un niño me molesta’”

Una conocida de la afectada, le comentó que conocía el caso de un niño que tenía los mismos síntomas que su hijo y que, finalmente, era causa de acoso escolar.

“Allí le empecé a preguntar si alguien lo molestaba… Ahí se puso a llorar, me dijo que un niño que iba en 7° Básico le decía ‘chancho’, ‘pelota’, hasta ‘guatón’, y eso realmente lo estaba afectando mucho, mi hijo tenía miedo”, rememoró la madre del pequeño.

Luego de la confesión del niño, su madre realizó un reclamo formal en el establecimiento, donde habló con el director.

“Él me dijo que ellos ‘no sabían por lo que estaba pasando’, que ‘no tenían una bolita de cristal’, y que tenían 1 o 2 inspectoras para todo el colegio, que no se habían dado cuenta”, le plantearon desde el colegio de Melipilla.

Los episodios de violencia siguieron

El niño de 10 años continuó yendo al colegio, sin embargo, su agresor lo encontró, momentos en que lo habría amenazado de muerte.

“Días después mi hijo tuvo neurólogo y nos dijo que él no tenía nada malo en su cerebro. El doctor comenzó a hablar con el niño, él le contó lo que le estaba pasando… y nos dijo que era un Trastorno de Ansiedad Generalizada y cefalea reiterada asociada al bullying“, rememoró la madre.

El diagnóstico hizo que el pequeño tuviera que tomar estabilizadores del ánimo, mientras que desde el colegio le dijeron que no podían hacer nada, pero le ofrecían hacer recreos diferidos con el agresor, además de la constante compañía de una inspectora en el colegio.

“Apenas llegó al colegio, el niño lo empezó a molestar de nuevo, y me llamaron porque le dolía la cabeza. Mi hijo estaba bien, con ánimo. Pero a esa hora, empezó a hacer movimientos estereotipados y desmayarse muchas veces“, relató.

Desmayos y convulsiones múltiples

El pequeño fue trasladado hasta el Hospital de Melipilla, en donde le dijeron que estaba teniendo crisis de pánico. “Él se movía constantemente como un tic nervioso, a mí se me caían las lágrimas”, recordó la afectada.

Durante su estadía en el centro asistencial fue derivado e internado en el Hospital Félix Bulnes en Santiago, donde el pequeño tuvo múltiples desmayos, crisis, parálisis faciales y lagunas mentales que tuvieron que ser revertidas con fuertes fármacos para que durmiera.

La familia del menor accedió a la publicación de sus videos, para evidenciar la situación que lo aqueja.

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“El bullying escolar es fuerte, mi hijo tiene alucinaciones donde ve al niño apuñalándolo”, afirmó. Además, la madre dijo que “su sistema nervioso colapsó e hizo que él no caminara, no hablara, no pudiera tener fuerza en las manos ni brazos”.

En la misma línea anterior, la mujer decidió presentar una denuncia por el caso ante la Superintendencia de Educación y cambiarlo de colegio. En tanto, desea que la escuela tome las medidas con respecto del agresor, ya que piensa que su infancia podría estar siendo vulnerada.

“Los protocolos del colegio fueron los correctos”

La Municipalidad de Melipilla, a través de su alcaldesa, Lorena Olavarría, aseguraron que: “Estamos preocupadas por los casos de violencia escolar (…) una vez que la madre alertó sobre la violencia que es víctima su hijo, el colegio pone en marcha un plan de intervención donde se aplicó la normativa de Aula Segura, el plan de Gestión de Convivencia y el acompañamiento psicológico a los estudiantes y sus familias”.

Desde la Corporación Municipal de Melipilla —quienes son los sostenedores del establecimiento— comunicaron la cronología de los eventos y que “como Corporación y Escuela Claudio Arrau debemos regirnos por las leyes ministeriales y por los Derechos Universales de los Niños y Niñas (…) Desde marzo, hasta la fecha, se han tomado las medidas pedagógicas de acompañamiento (…) Solidarizamos con la apoderada y estamos preocupados por el estado del menor”.

También agregaron que, “en el mes de abril, la apoderada del estudiante de 10 años presentó un certificado médico y posteriormente, no se ha recibido mayores antecedentes“.

Asimismo, instruyeron una investigación para establecer si los protocolos utilizados en la escuela, los que arrojaron que eran correctos.

Sin embargo, la madre del menor indica que actualmente está sola, no ha tenido la ayuda de nadie, e incluso debe hacer colectas en beneficio de los exámenes de su hijo.