La ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, explicó recientemente los desafíos de su cartera y la responsabilidad de asumir como el primer gobierno autoproclamado “ecologista” en la historia del país.
Su intervención se dio en el evento de lanzamiento del proyecto de Transparencia de la marca Karün, realizado a finales de abril, donde se abordó la urgencia de tomar acciones ante la crisis climática, y la responsabilidad que tienen las empresas, consumidores y entidades públicas ante ella.
En la cita, la ministra citó al IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático).
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“Un informe que se presentó en febrero, y que aborda los impactos del cambio climático, dice algo así como que la evidencia es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar de las personas y la salud del planeta“, indicó.
“En esa frase, se hace el vínculo de varias cosas. Primero, que el cambio climático no es un problema del futuro, sino que es actual. Afecta a las personas, a cada uno de nosotros, y también al planeta”, explicó la ministra.
Pero eso no es todo, porque además vincula la crisis del cambio climático con una crisis de biodiversidad.
El urgente desafío de Maisa Rojas y el Ministerio de Medio Ambiente
El mismo informe citado por la ministra Rojas dice que “cualquier retraso en el trabajo mancomunado, a través de la colaboración, hará que perdamos una muy pequeña ventana de oportunidad que se nos cierra aceleradamente para asegurar la habitabilidad de este planeta“.
“Es así de dramático el llamado del que nos tenemos que hacer cargo. Yo en particular, que tengo una responsabilidad ahí”, indicó.
“Cuando el presidente Gabriel Boric me invita a hacerme cargo de esto, y dice que este va a ser el primer gobierno ecologista del país, me toca ponerle contenido a eso”, reconoció también.
Según la científica, para sacar adelante ese desafío, es necesario un nuevo modelo de desarrollo que sea circular. “Eso va a ser un proceso, y, por lo tanto, lo llamamos una transición”, señaló.
El programa de gobierno la describía como ‘ecológica y justa’, “pero pensamos que es socioecológica”, apuntó Maisa Rojas. “Es obviamente por y para la naturaleza, pero nos involucra a nosotros también. Si yo no le pongo lo social, pierdo la atención de todo un mundo que tiene, por ahora, menos sintonía con la naturaleza”, destacó.
“Cuando yo le pongo que es una transición social, invito al tiro a todo un mundo a darse cuenta de que esto es para el bienestar de las personas”, explicó.
Un proyecto a largo plazo
En el caso de Chile, Maisa Rojas lamentó que existan “algunos que han pagado los costos, como las zonas de sacrificio: comunidades que por décadas han pagado el pato por un desarrollo que dejamos atrás”.
Por lo mismo, dijo que igualmente importante es compartir a partir de ahora los beneficios, “porque esta transición va a traer beneficios”, aseguró.
“Esa es la visión: es una transición, un proceso, y hay que destacar que esto no lo va a resolver una ministra en 4 años o 2 años, el tiempo que me toque a mí estar a la cabeza. Lo importante es que estas transiciones tengan un nivel de legitimidad y consenso, para que quien sea que venga después de mí, lo convierta en una posta que se tome“, apuntó.
“Es un proyecto que dura esta década y la siguiente y la subsiguiente… pero para eso hay que tomar medidas urgentes ahora y cada decisión importa; las que yo pueda tomar desde el Ejecutivo, pero también las que puedan tomar los actores no estatales”, añadió.
“Esta ruta no la hago sola por ningún lado. Podemos dar directrices, pero el trabajo lo tenemos que hacer entre todos y todas“, concluyó la ministra de Medio Ambiente.
