El presidente de la Corte de Apelaciones de La Serena, Sergio Troncoso Espinoza, informó que la jurisdicción otorgó en el último período la libertad condicional a 41 internos de la Región de Coquimbo, de un total de 393 postulantes.

Las cifras muestran un aumento sostenido de las solicitudes, pero a la vez una menor tasa de aprobación de las mismas.

La Comisión de Libertad Condicional delibera dos veces al año, en abril y octubre. En relación con esto, se detalló que en el período inmediatamente anterior (octubre de 2021) se analizaron 339 casos con un 25% de aprobación.

Previamente, en abril del mismo año se contabilizaron 286 reos queriendo acceder al beneficio, otorgándose a 83, es decir un 29%.

El beneficio otorga la posibilidad de que una persona privada de libertad cumpla la condena fuera de la cárcel. Sin embargo, la medida no extingue ni modifica la duración de la pena, por lo que se debe cumplir con una serie de medidas.

Al faltar a ellas o al verse involucrado en nuevos delitos, el beneficiario debe reingresar a un penal.

Si bien no existe un perfil de las personas que son beneficiadas, ya que todo interno que cumpla con los requisitos puede postular y eventualmente obtener la libertad condicional, el juez indicó que con mucha frecuencia se ve aquellas condenas por delitos contra la propiedad, robos, hurtos y tráfico de drogas. Esto, por las características de nuestra población penal.

En cuanto a delitos de mayor connotación social, la ley también permite que personas condenadas por hechos como violación u homicidio puedan postular.

En el caso de la Región de Coquimbo, entre los 41 beneficiados en este período no existen condenados por delitos sexuales, pero sí por crímenes.

“No recuerdo que ninguno de los casos haya tenido que ver con delitos sexuales, de los que se otorgaron, pero sí hay uno o dos casos de delitos de homicidio”, indicó el presidente de la Corte de Apelaciones de La Serena.

En estos casos, profundizó Troncoso, se trata de reos que llevaban largo tiempo en la cárcel, pero que tenían información favorable.

“Eran personas que ya estaban gozando de beneficios penitenciarios y habían demostrado de esa manera que podían desenvolverse en el medio libre”, complementó.

Para acceder a la libertad condicional, el postulante debe haber cumplido con la mitad de la pena que se le impuso por una sentencia definitiva. Además, tiene que mostrar una conducta intachable y haber aprendido un oficio o mantener una actividad laboral.

También debe haber asistido con regularidad y provecho a la escuela del establecimiento, sepa o no leer y escribir.

Una alerta por conducta de internos

Troncoso explica que la alta tasa de solicitudes rechazadas (89,6% este año) se debe a la falta en algunos de los requisitos establecidos, que pueden ser objetivos, como el tiempo mínimo del cumplimiento de la condena, pero el problema se da particularmente en aquellos relacionados con la conducta.

Esto, lamenta el presidente de la Corte de La Serena, muestra que muchas veces no existe el trabajo de resocialización deseable.

“Hay muchos internos que están postulando y llevan cuatro o cinco años de privación de libertad y se nos informa que está recién iniciando un trabajo de intervención de resocialización. Por dificultades de recurso o cualquiera sean las razones, Gendarmería no tiene con muchos de ellos un trabajo previo que garantice que una vez que vuelvan al medio libre, no cometan nuevamente delitos”, afirmó.

Juez defiende el beneficio

La libertad condicional sigue siendo visto con desconfianza por parte de la población, que regularmente expresa su descontento por la excarcelación de personas que han sido condenadas por diferentes delitos. Ante esto, el magistrado defiende el trabajo de la comisión y del beneficio en sí.

“Tenemos mucho cuidado. En esta oportunidad estuvimos trabajando una semana completa, en jornadas tanto de la mañana como de la tarde, para analizar con mucho detalle cada uno de los casos, precisamente para tratar de disminuir al mínimo esa posibilidad (de reincidencia)”, dijo.

En ese sentido, agregó que la medida sirve, justamente, para fomentar la reinserción y evitar que, una vez libres, sigan cometiendo delitos.

“Muchos internos terminan sus estudios, comienzan trabajos tanto dentro como fuera del penal (…) si no tienen esa alternativa, no habría ninguna posibilidad de que salieran personas rehabilitadas de la cárcel, porque no habría ninguna persona participando en nada”, sostuvo.

Muestra de esto, dijo, es que la reincidencia en personas que tienen la libertad condicional, es mucho menor a la de la población penal general.