Fue en septiembre de 2020, cuando el Ministerio Público de La Araucanía resolvió reabrir la causa derivada del homicidio de la psicóloga estadounidense Erica Hagan, ocurrido hace siete años en el colegio Bautista de Temuco.

Recordemos que en septiembre de 2014, la joven estadounidense de 22 años fue hallada sin vida en el departamento que le asignó dicho establecimiento, en el cual se encontraba realizando una pasantía.

El primer sospechoso del crimen fue Domingo Cofré, un rondín que posteriormente fue absuelto de forma unánime por el Tribunal Oral de Temuco. Luego salieron una serie de nombres, pero cada uno de ellos fue descartado por la Fiscalía.

Lo cierto es que actualmente no hay responsables del crimen de Hagan, pero hace poco se abrió una nueva arista investigativa, que involucra a Manuel Pérez Astudillo, un hombre que también podría estar involucrado en un crimen cometido hace 19 años.

“Hay una tercera línea investigativa de un sujeto que está totalmente desconectado del entorno de Erica“, explicó a CHV Noticias, Víctor Toledo, abogado de Regina O’Neal, madre de Hagan.

El perfil del sospechoso

El sujeto trabajó como guardia en el colegio Bautista y fue desvinculado del recinto, contó Gilberto Loch, exjefe nacional de homicidios de la PDI. “Fue despedido por ser sospechoso de varios robos que se cometieron en el lugar y que no ocurrían antes de que él llegara”, sostuvo.

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Asimismo, su figura fue objeto de reclamos de Kate, otra pasante estadounidense, que 6 años antes vivió en el mismo departamento de Erica y que señaló que el guardia miraba por la ventana hacia el interior de su habitación.

Creo que fueron negligentes en fijar las cerraduras. Erica se quejó de eso. Luego supimos que hubo múltiples robos en el departamento, antes de que Erica viviera allí”, dijo su madre.

Asimismo, Loch destacó en el reportaje de CHV que en el lugar del crimen se encontró “un boleto de micro que corresponde al sector de Labranza, lugar de su domicilio”, señaló.

Cabe señalar que el perfil de Pérez Astudillo fue reconstruido en 2002, cuando la PDI investigaba el crimen de Pamela Zúñiga, una joven de 22 años que desapareció de forma repentina y que luego fue encontrada desmembrada.

Nunca se encontró evidencia que inculpara al principal sospechoso de aquel crimen, algo que la madre de Erica espera no se repita en esta oportunidad.

“Creo que hay personas que realmente saben y desearía que se presentaran, pero más que eso, desearía que mi niña estuviera aquí. La extraño tanto“, cerró O’Neal.