César llevaba trabajando tan solo cuatro meses como guardia de seguridad nocturno en un terminal de buses capitalino, cuando fue brutalmente atacado por tres desconocidos.

¿La causa? Les pidió que utilizaran mascarilla, como determina la autoridad sanitaria, hecho que habría desatado la furia de los sujetos, quienes lo apuñalaron varias veces, principalmente en el rostro.

El trabajador de 37 años logró salir con vida del violento ataque, sin embargo, perdió la vista de su ojo derecho y su globo ocular izquierdo se vio afectado.

Lo apuñalaron por todos lados, nueve puñaladas le pegaron. Sobre todo en la cara, donde tiene más afectado“, explicó Elizabeth Ortiz, madre del afectado, quien es no vidente y se gana la vida cantando en el metro.

Le destruyeron su vida, eso es lo peor. Yo soy ciega y no lamento serlo, porque yo me crié ciega, pero mi hijo a sus 37 años quedar ciego no es justo“, agregó.

La mujer contó que cuando recibió la noticia quedó en shock y solo atinó a preguntar cómo estaba, ante lo que le dijeron que su hijo debía ser operado de manera urgente de ambos ojos.

Cuando estaba estable hablamos unos minutos con él, nos dejaron conversar con él por teléfono, y nos dijo que lo único que quería saber era si había quedado ciego, porque él no quería seguir viviendo de esa manera, que lo único que quería era ver a sus hijos, ser un papá normal“, comentó.

Yo le dije ‘pero si eres normal, perder un ojo no significa que eres ciego. Tú perdiste un ojo, no dos. Tienes que pensar que como yo he superado una vida de ciega, tu también lo puedes hacer’“, añadió.

“El era el sustento de esta casa”

Sin embargo, una de las principales preocupaciones de César era que no iba a poder trabajar, pues era el principal sustento de su hogar.

(Me dijo) ‘Pero voy a ser un estorbo, una carga’. Todo eso a mi me dolió. Yo le dije que no era así, que más adelante iba a poder trabajar, que a lo mejor alguien lo iba a tomar en cuenta“, manifestó la mujer.

Elizabeth puntualizó que esta situación le preocupa pues sus ingresos no le alcanzan para pagar un arriendo o adquirir una propiedad, además asegura saber por experiencia propia que la sociedad es discriminadora. “Por eso canto en los metros, vendo pañuelos porque la sociedad nos discrimina“.

Con las puñaladas que le pegaron a mi hijo le desgraciaron su cara, tiene varios cortes, en su cabeza. Cuando vaya por ahí, ¿qué le van a decir? Que es un delincuente, por el solo hecho de tener heridas en su cara. Entonces, ¿cómo queda mi hijo? ¿Dónde queda su vida?“, cuestionó.

Él era el sustento de esta casa“, puntualizó.

Finalmente la mujer realizó un llamado a repensar nuestra sociedad y hacer un mea culpa sobre su violento comportamiento, en post de un mejor futuro. “Ya está bueno de hacer daño, ya está bueno de destruir familias. Que esta sociedad cambie. ¿Qué están esperando? ¿Que salgan a la calle y uno contra uno se maten?”, concluyó.