El senador Guido Girardi, autor de la Ley de Etiquetado Nutricional, junto a Julio Berdegué, subdirector general de la FAO; Jorge Arosemena, presidente del Centro Internacional para el Desarrollo Sostenible (CIDES); José Graziano da Silva, ex director general de la FAO; Eugenio Díaz-Bonilla: director del programa para América Latina y el Caribe del International Food Policy Research Institute (IFPRI) y Mario Jales, economista en el Servicio de Comercio, Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Sostenible UNCTAD, participaron en el lanzamiento de la publicación “Sistemas Alimentarios en América Latina y el Caribe. Desafíos en un escenario postpandemia”, realizada de manera virtual.

El subdirector de la FAO, Julio Berdegué explicó que “el objetivo de la conferencia es presentar una síntesis de los principales hallazgos y conclusiones de los diez capítulos que componen el libro”.

Enfatizando en que esta misma busca ser “un aporte para la reflexión y orientación a la acción en los principales ámbitos donde América Latina y el Caribe plantee cómo impulsar una verdadera transformación y sostenibilidad de los sistemas alimentarios en un contexto de pandemia”.

En su exposición el senador Girardi afirmó que “es evidente que se debe regenerar el sistema alimentario porque el actual responde a un modelo de globalización que destruye las clases medias, crea un mundo de periféricos populares susceptibles a los populismos de cualquier gurú”.

Afirmó que “el modelo alimentario también es responsable de la crisis del Cambio Climático que a su vez dificulta la producción de suministros en los ecosistemas terrestres” argumentando que “no puede ser que los actuales alimentos sean una pandemia silenciosa que mata 41 millones de personas al año (85% de ellas pobres) al provocar infartos, diabetes, accidente vascular, hipertensión, cánceres etc.”.

El parlamentario agregó que “este es un problema de DD.HH. porque las trasnacionales nos hacen adictos a la dopamina que produce la sal, azúcar, grasas saturadas, que son drogas lícitas y, por tanto, parte de un gran negocio de las industrias alimentaria y farmacéutica porque estás sólo dan tratamientos paliativos para mantener el problema”.

Girardi explicó que “la Ley de Etiquetado frontal fortalece el derecho humano de saber y corta la cadena de trasmisión de la publicidad para hacer pasar basura como comida saludable. Los sellos permiten conocer si el producto tiene exceso de nutrientes críticos y bloquea su promoción y venta para niños, las compras estatales y ahora le vamos a aplicar impuestos”.

Añadió que “cuando una persona se enfrenta a una caja de cereales sin saber su composición es un consumidor, cuando sabe lo que contiene es un ciudadano. Esta ley permite la regeneración de consumidores pasivos en ciudadanos con capacidad de decidir y cortar la cadena de trasmisión”.