Impacto en España ha generado el caso de Cristina Rivas, quien confesó haber asesinado a su hija de 4 años, “por algo relacionado” con su expareja.

Según contó en su declaración, llevaba más de dos años separada de él, y lo había chantajeado para que volvieran, informó el diario electrónico El País.

En este contexto, la española de Sant Joan Despí, Barcelona, explicó que mató a su hija asfixiándola con una bolsa y que llevaba entre dos y tres meses planificando el crimen.

Asimismo, confesó que robó medicamentos de la farmacia de la clínica donde trabajaba. De ese modo, la noche anterior al 31 de mayo, le dio un ansiolítico a la menor de edad y se fue a dormir. A la mañana siguiente, entre las ocho y las diez, la asfixió.

De acuerdo a la declaración de Rivas, después de matar a su hija, sacó a pasear al perro, regresó a la casa y llamó a la escuela para informar que la niña no asistiría a clases.

De igual forma se comunicó con su trabajo y se pidió un día libre, argumentando que “no se encontraba bien”. Posteriormente se tomó un cóctel de pastillas con la intención de suicidarse. Su propósito era “acabar con todo”.

Cabe señalar que fue el padre de la víctima quien llamó a los familiares de su expareja, al no recibir respuesta para ver a la niña. Ellos se acercaron al domicilio de Rivas, donde hallaron muerta a la menor de edad y a la mujer inconsciente.

Tras su detención, se decretó prisión comunicada (tiene derecho a ser visitado y a comunicarse por correspondencia) y sin fianza para la mujer.