El río de lava que descendía de las laderas del volcán Nyiragongo, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), se inmovilizó este domingo apenas a algunos centenares de metros de los suburbios de Goma, evitando de momento a esta ciudad, cuyos habitantes retornaban progresivamente a sus casas pese a temer nuevas erupciones.

El volcán Nyiragongo, cuyas majestuosas laderas oscuras dominan Goma y todo el lago Kivu, había entrado en erupción el sábado por la noche, tomando por sorpresa a todos, incluidas las autoridades, obligadas a dar la orden de evacuar la ciudad.

Pero este domingo, “la lava se detuvo hacia Buhene, en las afueras de Goma (…) la ciudad se salvó”, dijo el gobernador militar de la provincia, el general Constant Ndima.

Según un nuevo balance, 15 personas murieron, “nueve de ellas en accidentes producidos durante la evacuación de la población, dos calcinadas, y cuatro en la prisión central de Munzenze”, indicó el domingo por la noche el portavoz gubernamental.

Tras haber huido por millares de la erupción el sábado por la noche, “la mayoría de la gente volvía a sus casas o estaba a punto de hacerlo”, relató un habitante de la ciudad.

El frente de lava, negruzco e inestable, del que emanaban llamas y fuertes vapores, había engullido en su avance varias viviendas del exterior de Goma, dejando visibles hierros retorcidos y calcinados.

Un responsable local de la ONU, Diego Zorrilla, informó que cuatro pueblos resultaron “directamente afectados” y “destruidos” por el río de lava, y que la organización apoyará al gobierno con ayuda humanitaria.