Fue en abril pasado, cuando la Policía de Investigaciones detuvo a dos sujetos de nacionalidad colombiana de 21 y 25 años, implicados en el asesinato de Cresencio Gómez (59) en la comuna de Alto Hospicio, Región de Tarapacá.

Tras su detención, se dio a conocer que la víctima los habría contratado para matar a su expareja, con quien compartía una casa. Sin embargo, los sicarios se habrían negado a asesinarla, porque “no querían dejar a un hijo sin su madre”.

Según consigna el diario Las Últimas Noticias, a finales del 2020, Gómez habría comenzado a buscar a alguien que pudiera asesinar a la mujer. En ese entonces, inventó que ella le debía 3 millones de pesos.

De ese modo, los jóvenes colombianos aceptaron realizar “el trabajo” por un momento de 600 mil pesos. Sin embargo, no sabían que la deuda era mentira, ni mucho menos que se trataba de la expareja de Gómez.

El subprefecto Carlos Albornoz, jefe de la Brigada de Homicidios de Iquique, detalló que habrían elegido el 10 de abril a las 02:30 horas para cometer el crimen. En un principio el plan de los sicarios era simular un robo en el inmueble y asesinar a la mujer en el segundo piso.

“Esa noche este caballero les contó la verdad mientras caminaban en dirección a su domicilio. Mi defendido le respondió: ‘¿Pero cómo vamos a hacer eso?’“, detalló Gabriel Cuevas, defensor privado de uno de los imputados.

“Este señor les decía: ‘Qué les importa, si les estoy pagando. Esto no es gratis. A ustedes no les importa quién es la persona. Hagan el trabajo nomás‘”, añadió el defensor.

“Para él la mamá es sagrada”

En este contexto, y al conocer quién sería la víctima, los sicarios se negaron a cumplir su parte del trato y asesinaron a Gómez.

“(Mi cliente) me dijo que le contestó: ‘Es tu señora y tu hijo. Eso no se hace’. Con sus palabras da a entender que sus principios le impiden hacer este tipo de trabajos. De hecho, me dijo que para él la mamá es sagrada y que no iba a dejar a un hijo sin su madre“, añadió el abogado.

De acuerdo a la tesis que maneja la defensa, existió un forcejeo entre la víctima y los imputados antes del homicidio. “Lo que pasa es que este señor, luego de ser cuestionado por los imputados pidió la devolución de su dinero. Exigía que le devolvieran su plata si no iban a hacer el trabajo”, agregó.

Motivados por el dinero

El subprefecto Albornoz por su parte, señaló que el actuar de los imputados sólo habría estado motivado por el dinero que le habían ofrecido. “Lo mataron porque así se quedaban con la plata y cortaban todo vínculo con él”, aseveró.

“En su declaración ellos dicen que no habían decidido de antemano no matar a la mujer y que consideran que este hombre era un maldito por contratar a gente para matar a otra“, indicó finalmente.