En medio de la pandemia, la Contraloría General de la República realizó una investigación en la Intendencia Regional del Biobío, con la idea de constatar que haya un buen uso de los fondos y ayudas destinadas a los sectores afectados por la crisis sanitaria.

El informe arrojó una serie de situaciones que llamaron la atención de la entidad fiscalizadora, como sobrepecios o entrega de cajas de alimentos a personas que están fallecidas.

Según detalla BioBioChile, la auditoria que tenía como fin constatar que los gastos asociados a ayudas y beneficios por la pandemia se hayan ejecutado según la ley, confirmó la entrega de 899 cajas de ayuda a ciudadanos figuran muertos.

Y no solo eso, de los 30.313 beneficiarios, 409 recibieron más de un kit de alimentos y cuatro son funcionarios públicos que no acreditaron el motivo por el que les habría correspondido la ayuda.

Por otro lado, se comprobó que la Intendencia del Biobío pagó un sobreprecio de hasta un 116% y hasta un 71% en conceptos de cámaras para detección de COVID-19, por un monto cercano a los 55 millones de pesos.

Y también respecto a las cámaras, se le pagó $180 millones al proveedor KMI Security SpA para que instalara los dispositivos, una tarea que no se cumplió en su totalidad.

Cabe señalar que según detalla el portal, la Intendencia declinó a referirse al informe.