Este martes Miguel Ángel López, el empresario que ha sido detenido dos veces por violar la cuarentena y las normas sanitarias, se defendió de las acusaciones en el matinal Bienvenidos.

El productor musical que tiene un sello con el que trabaja junto a artistas urbanos, aseguró de entrada que él jamás había hecho una fiesta clandestina, sino que la mayoría de la gente que estaba allí vivía en su casa.

Recordemos que López ya había sido detenido y multado -en mayo pasado- luego de ser sorprendido volando en un jet privado al sur del país, junto a otras personas, en plena pandemia.

Y este fin de semana nuevamente tuvo que enfrentar a la autoridad, tras ser fiscalizado en su domicilio, luego que una vecina lo denunciara por ruidos molestos y por superar el aforo permitido en cualquier residencia.

Pese a que se viralizaron imágenes evidentes, el empresario igualmente se defendió asegurando que lo único que ha hecho es intentar ayudar a quienes lo necesitan.

Sobre su viaje en avión el año pasado, dijo que él reconocía que había cometido un error, de haber viajado con gente, pero que el objetivo de ese viaje era “ayudar a una persona” económicamente y la localidad donde iba -Corral, en Valdivia- no tiene cajeros automáticos como para haber depositado el dinero.

Similar justificación fue la que entregó sobre lo ocurrido este fin de semana. “En mi casa jamás se ha hecho una fiesta“, se apresuró en decir, agregando que varias personas que salen en el video fueron obligadas a entrar por carabineros, y que ellas solo iban a buscar un cheque en beneficio de una ONG.

Cabe señalar que según informó carabineros, sorprendieron a un total de 20 personas, pero varias de ellas correspondían a trabajadores, ya que el inmueble mantenía una patente comercial de venta de gas licuado.

Dado lo anterior, aseguró que de las 12 personas detenidas, cuatro de ellas vivían en su casa desde la cuarentena, ya que provienen de entornos vulnerables donde sus viviendas son muy pequeñas. Solo la casa del productor tiene 800 metros cuadrados, dijo.

Si me tienen que acusar de algo, es de querer ayudar”, señaló, detallando que fueron seis las personas de la ONG que fueron a buscar el dinero que se utilizaría en acciones sociales como reparto de alimentos a personas en situación de calle.

En medio del despacho, el empresario se emocionó y continuó con su defensa, enseñando su vivienda y el patio, para dar a entender que todos estaban respetando la distancia social en el momento en que llegó carabineros. Sobre la música a alto volumen, señaló que no creía que fuera algo preocupante, considerando que era un viernes por la tarde.

Por último, respecto a la multa que le habrían cursado en mayo pasado por el tema del viaje en avión, aseguró que “todavía no me llega el total a pagar”, pese a que en un comienzo dijo que ya estaba pagada.