A mediados de esta semana fue ampliamente difundido el video de una mujer que se negó a usar mascarilla tras la petición de fiscalizadores.

El hecho ocurrió mientras ella tomaba sol en Zapallar, lo que dio lugar a una discusión que se hizo viral.

La mujer reaccionó molesta e incluso insultó a funcionarios de la Seremi de Salud de la zona que le pedían usar el barbijo, de forma muy serena.

“No me voy a poner la mascarilla ¿Hay un contagiado en Zapallar? Estoy de vacaciones acá, mi tiempo vale plata en este país, mucho más que el tuyo”, expresó la mujer.

Mientras su acompañante la trata de calmar y la insta a usar la mascarilla, ella no baja la guardia y continúa agrediendo verbalmente a las personas. “Primera generación que va al colegio ¿me estay hueveando? yo te pago tu sueldo. Ándate de acá, no te quiero ver. Ándate“, les dice.

Su mea culpa

Carmela Compton, de 28 años, es la protagonista del video, quien es dueña del restaurante “327 Bistró” de Zapallar.

La mujer habló con LUN sobre las repercusiones que le ha generado la difusión del video con sus insultos y recordó los hechos, que habrían tenido lugar hace dos semanas.

“Cuando llegaron los fiscalizadores estaba sola con mi novio, a unos cinco metros de distancia de las otras personas. La playa estaba llena, pero nosotros justo estábamos en un lugar más arriba de la playa, donde no había nadie (…)”, comentó.

La diseñadora hizo un mea culpa sobre su comportamiento: “No estuvieron bien mis palabras, no es la forma de expresarse con nadie y tengo clara cada cosa que dije. Pero esto no es algo que haya partido ahora. En el fondo esto es una persecución que estoy teniendo hace tiempo como propietaria de un restaurante”.

Según explicó, “desde que empezó la pandemia, y sobre todo en verano, las autoridades de salud me han estado persiguiendo. Los he tenido todo el verano tres veces al día en mi local”.

Compton recordó que ese día “estaba en mi hora de descanso y había nadado un kilómetro. Se sabe que después que uno sale del agua no puedes respirar bien. Estás con el ritmo cardíaco alto, no sé. Y van y me dicen: ‘oye, ponte mascarilla’. Así de mal. Les contesté que no me iba a poner la mascarilla. Que era absurdo”.

De acuerdo a su relato, la fiscalizadora “me dice que me iba a sacar un parte sanitario. Le respondo que me han sacado por lo menos tres partes sanitarios ya en mi local”.

“Así como me molestaron toda la temporada de verano, me vieron en la playa y en mi única hora de descanso y me fueron a molestar allá más encima. Eso fue el colmo y me sacó de quicio”, enfatizó.

“Esto para mí también fue un aprendizaje. Nada de lo que dije lo digo cuando estoy en mis cabales, pero me sacaron de quicio. Sé que tuve un problema de forma, pero me sacaron de mis casillas, porque no fueron sólo esos cinco minutos, es algo que se viene arrastrando de antes”, cerró.