La tarde de este domingo se informó la existencia de un nuevo brote de coronavirus en dos cárceles de la región de Ñuble. Esto se habría generado apenas dos días después de que las autoridades autorizaran visitas presenciales de familiares a los centros.

La situación fue advertida por funcionarios de ambos recintos, lo que motivó la aplicación de los protocolos que Gendarmería, en conjunto con la seremi de Salud, habían preparado ante la posibilidad de que un caso similar ocurriera.

Estos brotes fueron detectados en cárceles que no habrían contado con medidas de seguridad necesarias al tratarse de recintos pequeños y antiguos.

En Quirihue, el recinto penitenciario contabiliza 16 internos y un gendarme infectados por COVID-19, mientras que en la cárcel femenina de Chillán serían 22 las internas y tres las gendarmes contagiadas.

La seremi de Justicia en Ñuble, Jaqueline Guiñez, señaló que los internos en Quirihue estarían sin síntomas de momento.

Por su parte, la seremi de Salud informó de 132 nuevos casos de COVID-19, existiendo 106 personas hospitalizadas. De estos, 36 se encuentran conectados a ventilación mecánica, manteniendo al límite la capacidad de la red asistencial.