Fue el pasado 31 de diciembre de 2019, cuando China dio aviso a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la aparición de 27 casos de “una neumonía viral de origen desconocido” en la ciudad de Wuhan.

Al día siguiente, las autoridades cerraron el mercado inicialmente relacionado con el brote. Recordemos que en ese lugar se comercializaban animales salvajes vivos o muertos.

Fue así como el 7 de enero las autoridades chinas anunciaron que habían identificado el nuevo virus, al que llamaron 2019-nCoV, apodado mundialmente como COVID-19.

Días más tarde, China anunció la primera muerte en Wuhan producto de la enfermedad, mientras que otros casos seguían apareciendo en regiones de Asia, Francia y Estados Unidos.

A finales de enero, los países comenzaron a repatriar a sus conciudadanos de China. Las fronteras del mundo empezaron a cerrarse y más de 50 millones de personas que vivían en la provincia de Hubei, de la que Wuhan es capital, fueron puestos en cuarentena.

El mercado de Wuhan

Si bien en un principio se culpabilizó de la existencia del virus al mercado de Wuhan, durante los últimos meses los diplomáticos chinos y medios estatales, han dicho que ese lugar no fue el origen, sino la víctima de la enfermedad. Incluso han apoyado las teorías de que el coronavirus se originó potencialmente en otro país, según consigna Reuters.

El acceso a la zona donde se encuentra el mercado sigue siendo restringido. Las personas que lo visitaron antes de su cierre, recuerdan que habían puestos divididos en secciones para carnes rojas, mariscos y verduras.

Recientemente, el gobierno chino colocó plantas verdes frondosas y pinturas tradicionales en las estructuras que rodean el área. En el interior del recinto que se encuentra clausurado, las tablas de madera cubren los puestos y las ventanas.

No obstante, el segundo piso del local siguen funcionando. Allí las tiendas que venden gafas y equipos de optometría comercializan sus productos desde junio de este año.

Rol clave en la investigación

Considerando los antecedentes que se manejan sobre el origen del virus, los expertos dicen que el mercado todavía juega rol clave en la investigación y por ese motivo es poco probable que sea demolido.

“El primer grupo de casos estaba allí, por lo que al menos sería interesante averiguar el origen de esos y presentar algunas hipótesis, como si es más probable que provenga de animales salvajes o tal vez apunte a un superpropagador humano”, indicó Jin Dong-Yan, profesor de virología de la Universidad de Hong Kong, a la agencia de noticias.

Cabe señalar que un equipo de expertos de la OMS aún no ha visitado Wuhan, y mucho menos el mercado. Incluso, los expertos aseguran que los esfuerzos por hallar el origen del coronavirus podría tardar años y arrojar resultados no sean concluyentes.