Tras la declaración como testigo de la exfuncionaria de Epidemiología, Andrea Albagli, el pasado 30 de septiembre, en marco de la investigación penal por las muertes COVID-19, donde indicó que “nos pidieron manipular la base de datos”, Fiscalía interrogó como testigos a otros seis funcionario del Minsal el 5 de octubre, para corroborar la veracidad de los dichos de Albagli.

De acuerdo a La Tercera, los testimonio coinciden en que las cifras relacionadas al coronavirus se iban modificando según las necesidades del Ministerio de Salud, que en ese entonces estaba a cargo de Jaime Mañalich, quien junto al presidente Piñera y otras autoridades de Salud, están querelladas por este caso.

Los seis testimonios indicaron que la fórmula para “hacer calzar los datos” del sistema Epivigila con los reportes diarios de Mañalich, era ir adecuando la hora de corte de los informes de epidemiología según la orden de Johanna Acevedo, jefa de la División de Planificación Sanitaria (Diplas) del Minsal. Aunque indicaron que no sabían quién le daba la orden a ella.

Cabe señalar que en un principio, el reporte diario de Jaime Mañalich era elaborado con “insumos ajenos a mi área y cuya procedencia desconozco. Esto fue variando con el tiempo y en mayo nosotros empezamos a generar estos insumos y así se mantuvo hasta la actualidad”, señaló el exjefe de Epidemiología, Rodrigo Fuentes.

Según Fuentes, la hora de corte iba variando en cada informe: “Como nosotros teníamos mayor cantidad de casos que los que reportaba el ministro, se empezó a adelantar el horario de corte para que ambas pudieran coincidir. La indicación fue que nosotros debíamos disponer de una cifra consistente con la que reportaba el ministro”.

Y agregó: “Se nos pidió por la jefatura directa que no podíamos informar una cifra superior a lo informado por el ministro y que debíamos ajustar los datos. Ella (Johanna Acevedo) había decidido la instrucción sobre esto y me lo informó a mí”.

Como ninguno de los funcionarios estaba de acuerdo con la instrucción, según declaró Fuentes, “lo único que parecía plausible y que finalmente hicimos fue adelantar el horario de corte para que de esta manera los reportes de Mañalich coincidieran con lo extraíamos de Epivigila como fuente oficial para la vigilancia epidemiológica”.

Una declaración en la que coinciden los otros cinco funcionarios –Pía Álvarez, Mario Soto, Fabio Paredes, Patricia Cerda y Sylvana Alvarado-, las que fueron entregadas en medio de la polémica entre el Minsal y Fiscalía, por la entrega de los correos electrónicos de Mañalich, su jefa de gabinete Itziar Linazasoro y la subsecretaria Paula Daza.

Mails a los que el Ministerio Público podrá acceder de forma parcial, tras el fallo de este jueves de la Corte Suprema.